La jueza Alejandra Rodenas procesó a Ramón "Monchi" Machuca como autor intelectual de un ataque para "vengar" la muerte de su hermano Claudio "Pájaro" Cantero, en mayo de 2013, que terminó con tres vidas. "¿Quiénes son los QRT (muertos)?", le preguntó Monchi (hijo de crianza de los Cantero) al policía Juan "Chavo" Maciel (condenado en la causa), cuando no había pasado media hora de la balacera que alcanzó a Marcelo Alomar, Nahuel César y Norma César, perpetrada a las 17.15 del 28 de mayo de 2013, en Francia y Acevedo. Se trata de "la última resolución pendiente" contra el sindicado jefe de la banda de Los Monos, que ya carga con una causa como instigador del ataque que terminó con la muerte de Lourdes Cantero y la de asociación ilícita. Rodenas ya dictó nueve resoluciones en contra de integrantes de la banda narcocriminal, desde el 27 de marzo de 2015. La de ayer alcanzó a Mariano Salomón, acusado de encubrimiento agravado de la matanza. "Cerramos un ciclo", dijo ayer la magistrada. Ahora, las causas llegarán a juicio oral y escrito, según los delitos achacados.
Las balas de aquella tarde de mayo tuvieron que ver con la búsqueda de Milton César, un joven conocido como sicario pero sin condenas, cuyo nombre resonó durante las primeras horas del crimen del Pájaro. Se hablaba de que "un tal Milton" había atacado al entonces líder de la Los Monos en la puerta del boliche Infinity Nigth de Villa Gobernador Gálvez. El avance de las investigaciones permitió que Milton Damario fuera detenido meses después, como autor material del crimen, causa que se sustancia en otro expediente relacionado. El tiroteo terminó con la vida de la madre y un hermano de César; mientras que el tercero era un mecánico galvense. Los dos hombres murieron en el acto, y la mujer falleció seis meses después. Dos niños de 10 y 7 años salvaron su vida de milagro.
Esas muertes fueron el corolario de la saga de venganza que había empezado el día anterior, cuando apenas habían pasado 24 horas del homicidio del Pájaro, y Diego Demarre, dueño del boliche galvense, fue asesinado en pleno mediodía del lunes 27 de mayo. Según la investigación, los Cantero lo acusaron como "entregador" de su hermano y lo atacaron. Seis balas impactaron en el cuerpo del hombre, en Seguí y Maipú, cuando volvía de Tribunales. Por ese hecho llegarán a juicio Ariel "Guille" Cantero, como autor material, y sus cómplices Emanuel Chamorro, Leandro Vilches y Andrés Fernández.
Rodenas dijo ayer que hay una suerte de paradoja: "En la causa Demarre se logró identificar a los autores materiales"; y Machuca fue sobreseído. Mientras que "en la de los César y Alomar, solo se pudo dar con el autor intelectual (Machuca)", a partir de las escuchas telefónicas que dan cuanta del plan homicida.
--Necesito un cargador Thunder Bersa de 17. Y confites de 9 (mm); después comprame dos de 4 y medio (calibre 45) y dos de 40 --, le encargó temprano Monchi a otro de los sentenciados en la causa, Mariano Ruiz.
Los teléfonos fueron intervenidos apenas mataron al Pájaro. Por ello, el fallo reza: "Se imputó a Machuca el haber determinado a otros a cometer los homicidios de Nahuel César, Eduardo Marcelo Alomar y Norma César, en venganza de la muerte de Claudio Cantero, por promesa remuneratoria", y le trabó embargo por 10 millones de pesos. También le achacó "haber intercambiado información con el empleado policial Juan Maciel mediante comunicaciones telefónicas efectuadas en la misma fecha y cerciorándose del cumplimiento de la orden impartida". En una de ellas le pregunta quiénes son los muertos, y los datos se van pasando entre los miembros de la banda.
A Salomón, en tanto, se lo procesó tras haber sido detenido el año pasado, unos días antes que Machuca (los dos permanecieron tres años prófugos), por el delito de encubrimiento agravado, ya que Monchi lo llamó para contarle quiénes murieron en el ataque. Le trabó embargo por un millón de pesos.
De las escuchas, la jueza determinó que entre Guille y Monchi "no hay órdenes, sí coordinación". Los dos están imputados como jefes de la banda. En los audios se da cuenta también de que al advertir que Damario estaba implicado, después de las tres muertes, Machuca le ordena al policía Maciel que le aporte datos.
--Si llegás a saber algo de dónde anda Damario, avisame al toque.
--Yo lo que sé es que cazó el bolso y se mandó mudar a la mierda. Creo que hay que enfriar un poco la cosa. Tiempo es lo que sobra -responde el agente.
--Sí, ahora vamos a quedarnos un par de días tranquilos a ver qué es lo que pasa.
Efectivamente, no volvió a haber ataques de sangre por esos días. El 31 de mayo comenzaron los allanamientos en La Granada y Las Flores que terminaron con varias detenciones y recolección de pruebas contra la banda.
Sin impunidad. "La trama de la narcocriminalidad nos llevó a despejar la complejidad con civiles y policías implicados", dijo ayer Rodenas, quien agregó que desde que la investigación pasó a sus manos (antes, el juez Juan Carlos Vienna procesó a unos 36 sindicados en la banda) dictó nueve procesamientos, incluido el de Ariel Cantero padre. Si bien queda una persona prófuga es "un personaje muy lateral".
La dictada contra Machuca "es la última resolución que quedaba por resolver en el marco de la megacausa (contra la banda de Los Monos) y sus acumulados", en primera instancia. En ese sentido, dejó un mensaje claro y reivindicó el rol de la Justicia de Santa Fe: "Esta causa comenzó en el sistema anterior, pero continuó durante la conclusión de causas, cuando yo me hice cargo. Fue una de las más arduas que atravesó el sistema penal y se fue dando parte a la Justicia Federal por el entramado. Esto despeja las dudas que había con respecto a la consagración de cierta impunidad. Con todas estas resoluciones demostramos a la sociedad que hemos terminado un ciclo con una investigación exitosa; pese a los entorpecimientos, controversias y dificultades. Las decisiones que llegaron a la Cámara Penal fueron todas confirmadas. Ahora, irán a juicio".