El apartado juez Luis Carzoglio negó que los agentes de la AFI que meses atrás lo presionaron para que Hugo y Pablo Moyano fueran detenidos tuvieran ese único objetivo. Lo fueron a ver para “plantear un interés directo del presidente (Mauricio) Macri de hablar conmigo”, aseguró el magistrado, quien con esta afirmación desmintió la versión del hecho que la cúpula de la AFI brindó la semana pasada ante la Bicameral de Fiscalización de Órganos de Inteligencia, en el Congreso.
La revelación el juez que denunció una operación judicial y mediática en su contra por haber rechazado un pedido de detención sobre los dos líderes sindicales en octubre pasado, abre un nuevo capítulo en la injerencia directa que tiene el Poder Ejecutivo sobre los juzgados que tramitan causas de su interés político.
También echa un manto de sombras sobre lo dijeron en el Congreso los responsables de la AFI cuando admitieron que el jefe de Legales de la central de espías, Juan Sebastián De Stéfano, y el jefe de Finanzas, Fernando Di Pasquale, fueron a ver a Carzoglio solo a título informativo y para conocer de primera mano su fallo en la causa Moyano.
“La realidad fue otra”, aseguró el apartado juez, durante una entrevista por radio Cooperativa en la que relató los hechos. “Esa gente”, relató, “citaron a un oficial letrado mío en una fiscalía de Lanús, y ahí le transmitieron el interés del Presidente de la Nación de hablar conmigo”. “Plantearon un interés directo de Macri hablar conmigo”, reforzó.
Para Carzoglio, “no es normal” que un presidente de la Nación quiera hablar con un juez sobre una causa en la que tiene interés. No obstante, aclaró que aceptaría una invitación de ese tipo “siempre que no sea para presionar”. “Soy un tipo bien pensado”, indicó.
Además, el magistrado sostuvo que para él “fue una satisfacción” que en el Congreso se haya admitido que la AFI envió agentes de inteligencia a hablar con él. “Me conmovió”, dijo el juez apartado. “Se ratifica que todo lo dicho fue verdad”, añadió.
Por otra parte, comentó que mantuvo una conversación telefónica con la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. “Me llamó y transmitió su intención de solidarizarse con mi problema”, y le dijo que “pese a que ella estaba en Cambiemos, las actitudes anti republicanas como la visita de los agentes de inteligencia, no las podía permitir”. Luego, agregó, “quedamos en encontrarnos”. Pero nunca pudieron hacerlo.
Sobre Carzoglio pesa un jury de enjuiciamiento en el Consejo de la Magistratura y por el que está apartado del cargo. Esa sanción tuvo dos prórrogas de 90 días, la última de las cuales vencerá el 4 de junio próximo. “Si no se toma una nueva prórroga ni se me suspende, automáticamente regreso al juzgado en esa fecha”, explicó.
“Todavía no tengo conocimiento de las imputaciones sobre ese enjuiciamiento pero desde ya que no tienen nada que ver con el problema Moyano. Lo que pasa es que mi decisión (de no ordenar la detención) provocó un impulso asombroso en este jury, que en un mes y medio se hizo lo que no se había hecho en tres años”, concluyó.