Con un alza del 4,0 por ciento en marzo, la inflación acumula una suba del 11,1 por ciento en tres meses. La medición realizada por el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana de los Trabajadores (UMET) registra un incremento del 53,8 por ciento frente al mismo período del año pasado. El sostenido desborde en los precios se explica por la volatilidad en el tipo de cambio y los tarifazos que se suman a elementos como el desmantelamiento del programa Precios Cuidados. Así, las estimaciones de precios para el mes pasado marcaron el nivel más alto en 28 años. Las estimaciones elaboradas por el IET permiten anticipar la marcha de los precios que difundirá dentro de una semana el Indec.
“El Gobierno ya no encuentra manera alguna ni de ordenar la economía ni de bajar la inflación, por más que salga a decir lo contrario. La inflación sigue creciendo y lo hace de manera constante mes a mes. En marzo la variación interanual llegó al 53,8 por ciento, el valor más alto desde 1991”, indicó el rector de la UMET, Nicolás Trotta. La estrategia oficial para intentar controlar la inflación consiste en ahogar la economía mediante altas tasas de interés, austeridad fiscal y contracción monetaria. Sin embargo, la renovada volatilidad cambiaria mantiene elevados niveles de aumentos de precios.
El rubro que registró en marzo el alza más significativa fue “Educación” con un 16,6 por ciento en el mes asociado al inicio del ciclo lectivo. En segundo lugar se ubicó “Transporte y comunicaciones” que se encareció 5,4 por ciento frente a febrero como resultado de los aumentos en colectivos, trenes y combustibles. La remarcación en las góndolas marcó un alza del 5,2 por ciento en el ítem “Alimentos y bebidas”. Las subas más importantes fueron impulsadas por frutas y verduras. Y, a pesar de la profunda caída en los niveles de consumo interno, el sector “Indumentaria y calzado” registró un alza del 4,3 por ciento.
La combinación entre aceleración inflacionaria y ausencia de recomposición salarial arrastró a la capacidad de compra de los trabajadores a su nivel más bajo en una década. “En marzo de 2019, el poder adquisitivo de los asalariados formales fue 15,8 por ciento menor al de noviembre de 2015 y 11,3 por ciento respecto al mismo mes del año anterior”, explicó Víctor Santa María, secretario de Estadísticas de la CGT. Desde que comenzó la gestión de Cambiemos los aumentos de precios experimentados por los trabajadores registrados ascienden al 195,5 por ciento mientras que los salarios aumentaron 148,8 por ciento en promedio.
“Como hemos visto, el primer trimestre fue muy malo en materia inflacionaria, lo cual limita la recuperación de los ingresos de las familias, que es fundamental para que la pobreza vuelva a ubicarse debajo del 30 por ciento”, sostiene el informe al remarcar que como la inflación depende del precio del dólar “si la divisa estadounidense continúa su sendero alcista, va a ser muy difícil que la inflación desacelere y, por ende, que la pobreza vuelva a bajar”.
En ese sentido, el documento elaborado por el ITE de la UMET destaca que los paliativos anunciados por el Gobierno son insuficientes si las paritarias no permiten una mejora en el poder adquisitivo o si no se crean puestos de trabajo. “Si los ingresos de los trabajadores no le ganan a la inflación o si no se genera empleo, va a ser difícil pensar en una mejora significativa de los indicadores sociales. El escenario más probable hoy es que Mauricio Macri deje más pobres e indigentes que cuando asumió”, sostiene el informe difundido ayer.
A pesar del optimismo que caracteriza sus análisis sobre la economía argentina, el Fondo Monetario Internacional consideró el viernes que el país exhibe “niveles de inflación que han decepcionado”. El último reporte elaborado por los técnicos del organismo corrigió al alza sus proyecciones de precios de 20,2 a 30,5 por ciento durante 2019. Las cifras oficiales para marzo se conocerán dentro de una semana. Será el décimo cuarto mes consecutivo con una inflación mayor al 2,0 por ciento, en tanto que abril se descarta que será el mes número quince de ese registro. Para encontrar una situación igual o más grave que la actual hay que remontarse a la hiperinflación del ex presidente Carlos Menem en 1990.