Desde General Roca
Los festejos del triunfo electoral de Juntos Somos Río Negro continuaron ayer en Bariloche. Hasta la ciudad de la gobernadora electa, Arabela Carreras, llegaron su compañero de formula Alejandro Palmieri y el gobernador Alberto Weretilneck, líder del partido provincial. Fue el momento de ratificar el rumbo. “Somos Río Negro es un sueño que merece seguir vigente en la provincia”, destacó Carreras al abrir la rueda de prensa en el local partidario, pero quien ocupó el centro de la escena fue Weretilneck. “Ayer marcamos un antes y un después en Río Negro” y le adjudicó a su partido haber marcado “la identidad como rionegrinos” y a su triunfo como la expresión de “la defensa de los intereses provinciales”. “Mas allá de nuestras pertenencias partidarias, de nuestra satisfacción o insatisfacción con la políticas nacionales de cada uno de nosotros, nunca va a haber de parte de los partidos políticos nacionales tradicionales una propuesta que sea superadora de nuestro proyecto político provincial”, sentenció el gobernador, adelantando la estrategia de cara a las elecciones nacionales de octubre: “No vamos a aliarnos con ningún partido nacional porque desvirtuaríamos todo lo que dijimos en campaña y el voto de los rionegrinos”, sostuvo. Un camino porque el que Weretilneck aspira a desembarcar con su proyecto personal al Congreso como senador.
Las definiciones en la rueda de prensa de Bariloche lo ratificaron. “Este triunfo es una respuesta a lo que quisimos y logramos implementar en cada localidad”, sumó Carreras, a la que todavía le queda por delante una larga transición –hasta el 10 de diciembre– a la sombra de su mentor. Por lo que evaluó que dejará el ministerio de Turismo para dedicar estos meses a preparar sus proyectos. “Esto es para vos Alberto, te lo merecés”, gritó Carreras en medio de la euforia de los festejos del domingo por la noche y dirigiéndose a Weretilneck que los seguía por TV.
Esa misma noche, en los festejos en Cipoletti, el gobernador también desplegó su deseo de imitar “el ejemplo de nuestros vecinos del Movimiento Popular Neuquino”, que desde su creación en los años 60 ganó todas las elecciones en Neuquén, y hasta citó a uno de sus fundadores, Elías Sapag.
La electa Carreras, agradeció el mensaje de felicitaciones del presidente Mauricio Macri. Pero también buscó desmarcarse: dijo que su victoria “no es un triunfo del Gobierno nacional”. Y sumó que “tampoco es una derrota del kirchnerismo” y prefirió adjudicársela a su adversario directo: Martín Soria. Una línea que va en sintonía con las aspiraciones del oficialismo provincial para octubre. Públicamente, Weretilneck y su tropa afirman que todavía no resolvieron su competirán en las elecciones de octubre para cargos legislativos nacionales. Por lo bajo, todos afirman que lo harán.
El de Río Negro es el único gobierno provincial que no tiene representantes propios en el Congreso Nacional. En 2017, por un acuerdo con la Casa Rosada, el gobernador bajó a sus propios candidatos para que Cambiemos pudiera obtener una de las dos bancas de diputados en disputa. Ahora, Weretilneck cree que necesita negociar con el poder nacional de turno sin intermediarios y no descarta su postulación a senador. Los más entusiastas auguran que si consiguen mantenerse al margen de la polarización nacional sumarían votos de ambos bandos y hasta podrían quedarse con las dos bancas del Senado por la mayoría que estarán en juego en octubre.
Rodeo ajeno
Entre los perdedores hubo pases de factura internos. En el peronismo, desde el sector del senador Miguel Angel Pichetto se sintieron revivir con la derrota de Martín Soria. Incluso, anticiparon la vuelta de Pichetto al ruedo político provincial para hacer campaña por Alternativa Federal.
También hubo cuestionamientos desde el kirchnerismo. “Recibí ayer el llamado de la ex presidenta muy preocupada sobre lo que pasó en Río Negro. Hubo que soportar tantos meses de mentiras: un acuerdo histórico de los más de 20 partidos que no había existido, cualquiera sabía que no era así. No se puede subestimar a los compañeros históricos”, dijo la compañera de bancada de Cristina Kirchner, Silvina García Larraburu, quien no fue parte de la campaña.
Pichetto y García Larraburu coincidieron en criticar a Magdalena Odarda, la compañera de formula de Soria. “Significa lo más rancio del antiperonismo, quien gran parte de su campaña lo hizo boicoteando la mejor época de Néstor Kirchner, representando a Elisa Carrió”, dijo la senadora. Pichetto la definió en una entrevista como una “infiltrada”.
Odarda estuvo hasta ayer por la mañana en General Roca y, al igual que Soria, le planteó a PáginaI12 la necesidad de “fortalecer al FpV” para pelear contra el macrismo y sus socios en octubre. Soria, en tanto, se refugió en su entorno para analizar el resultado, que no imaginó tan favorable al oficialismo provincial.
La ex candidata radical y diputada Lorena Matzen, quien apenas superó el 5 por ciento de los votos, esquivó responsabilizar el Gobierno nacional por la falta de apoyo y apuntó a los propios dentro de Cambiemos. “Más que el apoyo de la Casa Rosada esperaba el apoyo de los dirigentes de la provincia, me da mucha pena que se hayan guiado por el calor del poder y no de las propuestas”, dijo, al señalar que llegó la hora de la “autocrítica”. Apuntó directamente a sus aliados macristas. “Me da mucha pena que hayan preferido estar al calor del éxito, ante la adversidad, mucha gente del PRO le hizo una mancha al Cambiemos rionegrino”, sentenció