El Gobierno está afinando un programa para congelar los precios de 40 productos de la canasta básica. La iniciativa duraría hasta las elecciones de octubre y apunta a moderar el impacto de la inflación en los próximos 6 meses. La medida tiene intenciones electorales y no colabora para solucionar el problema de fondo: una inflación que sube a ritmos superiores al 50 por ciento interanual y que para algunos economistas puede terminar en un proceso de espiralización. El control de los precios se complementaría con otros anuncios la próxima semana para estimular el consumo del mercado interno.
El equipo económico ya habría firmado un acuerdo con empresas productoras para avanzar en el congelamiento de 40 alimentos de consumo masivo por 180 días. Entre los productos principales se encontrarían cortes de carne, la leche, galletitas, pastas secas, arroz, agua mineral, entre otros. El Gobierno estaría negociando con los grandes centros de abastecimiento para masificar el programa. Los supermercados ya tuvieron este año dificultades para mantener el abastecimiento de productos de Precios Cuidados, como la leche La Armonía. En procesos de alta inflación, las empresas productoras apuntan a vender los productos que más margen genera y limitan la distribución de las segundas marcas con precios (y márgenes) menores.
El Gobierno se encuentra en campaña electoral y busca sumar a distintos organismos al programa de incentivos fiscales. Participarían la Anses, con créditos subsidiados, la Secretaría de Energía (dependiente del Ministerio de Hacienda) y el Ministerio de Producción. Desde la Anses se enunciarían más de 15 mil millones de pesos en préstamos para beneficiarios de la seguridad social. Estos créditos podrían usarse en los gastos de supermercados, farmacias y corralones (para estimular la refacción de vivienda, una actividad con alto multiplicador).
Otra de las posibilidades que se analizan es el lanzamiento de líneas de crédito productivo, con las que se financiaría la compra de bienes durables (desde electrónica hasta maquinaria y equipo). También podría ampliarse el programa Precios Cuidados, que en los últimos años perdió poder de referencia por la falta de controles y la desregulación del mercado interno. Esta última medida podría ser anunciada a partir de mayo, cuando faltarán menos de cuatro meses para las PASO.
El programa de estímulo al consumo del mercado interno podría incluir la incorporación de un software especial que se utilizaría en los supermercados y centros de compra. El sistema permitiría reconocer individuos con beneficios sociales y ofrecerles entre 10 y 15 por ciento de descuento para sus compras. Desde la secretaría de Energía también se estaría preparando un plan para estimular el consumo de electrodomésticos con alta eficiencia energética. Pese a las constantes críticas oficiales a los controles de precio, la urgencia por recomponer el ánimo social antes de las elecciones, convenció al gobierno de echar mano a este tipo de medidas.