El Juzgado de San Isidro ordenó a la municipalidad de Vicente López quitar todas las vallas que habían cercado el barrio De Los Intendentes, ubicado a unas pocas cuadras de Tecnópolis. La jueza María Teresa Petrone calificó a la obra, impulsada en 2014 por el intendente Jorge Macri, de “irrazonable” y decretó la eliminación del vallado en un plazo menor a diez días. “Con la excusa de controlar el tránsito y luchar contra la inseguridad, trataron de hacer un barrio semicerrado para favorecer a unos vecinos de Villa Martelli y aislar a otros”, expresó a este diario Joaquín Noya, concejal del Frente para la Victoria.
En Villa Martelli ya no existirá más la división entre “los de adentro y los de afuera” del barrio De Los Intendentes. La jueza Petrone indicó anoche a la municipalidad de Vicente López que deberá remover, en menos de diez días, todas las vallas instaladas en 2014 en el barrio pegado a Tecnópolis. En total son 17 intersecciones, entre las calles La Salle, Zufriategui y Manso, que poseen un cercado –medio o total– que impide la libre circulación de vehículos. Según el fallo judicial, “la colocación del mobiliario urbano significa una discriminación arbitraria y lesiona el derecho de igualdad”.
“El vallado era una locura. Los peritos confirmaron que en caso de incendio, una auto-bomba no hubiera podido llegar al barrio, ni siquiera en las calles que tienen ´media valla´. Lo mismo sucede con las ambulancias: a los propios abuelos le decían que no llegaban a sus casas porque no había maniobra posible para entrar al barrio”, expresó una de las vecinas que presentó el recurso de amparo contra la municipalidad.
La polémica por este barrio “semicerrado”, categorización propia del fallo judicial, tiene varios capítulos en su haber. A mediados de 2014, en una sesión relámpago del Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Vicente López, concejales del Pro impulsaron la colocación de vallas en varias calles de Villa Martelli. “Al principio argumentaron que la medida era para reducir el tránsito en la zona”, explicó el concejal Noya, quien agregó que “después uno de los concejales del PRO señaló que de esta manera se daba una solución al problema de inseguridad ya que después de Tecnópolis, esa zona se llenó, según ellos, de malvivientes”. Aquella sesión legislativa concluyó con la aprobación de la Ordenanza N°33.284, que autorizaba la colocación de mobiliarios y vallados en 17 calles del barrio De los Intendentes. Precisamente, el intendente de la municipalidad de Vicente López, Jorge Macri, promulgó la ordenanza y declaró ante los medios que “no se trata de una separación de barrios”, a la vez que prometió que al ser “una prueba piloto, si genera una complicación se va a levantar”.
Pese a la queja de varios vecinos, la municipalidad nunca dio marcha atrás. Entre octubre y noviembre de 2014, se colocaron vallas a lo largo de las calles Guillermo Manso, Juan Bautista La Salle y Juan Zufriategui. Así se bloqueó el ingreso de autos desde General Paz y las calles linderas a Tecnópolis. Un año después, el aspecto del barrio tampoco cambió pese a que la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires remarcó que se trataba de una localidad “semicerrada”, fisonomía prohibida por la legislación de Vicente López.
“Más que unir a los vecinos, la ordenanza municipal separó a los vecinos. Muchos de ellos creyeron que cerrar el barrio iba a favorecer el tema de la seguridad, pero los delitos se incrementaron. Y la solución no puede ser cercar una zona para beneficiar a algunos y a los demás, discriminarlos, aislarlos. Las medidas contra la inseguridad deben ser promovidas por el Estado y no se pueden hacer distinciones”, dijo a Páginal12 Miguel Miani, vecino cuya casa da a una de las vallas que cercan el barrio.