El Banco Central de Brasil redujo al 0,49 por ciento la previsión de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) para este año, una leve baja frente al 0,5 por ciento de la semana pasada y la mitad del 1 por ciento proyectado por el Gobierno. Representa, de todos modos, una mejora frente a la dinámica de la economía brasileña de los dos últimos años. En 2015 el PBI del país vecino se contrajo 3,8 por ciento, mientras que para 2016 se espera que el Gobierno difunda un retroceso del 3,3 por ciento. El impacto sobre la economía argentina se manifestó a través de la caída de las exportaciones de la industria manufacturera, particularmente las del sector automotor. También generó una presión al ingreso de mercadería importada a precio de remate.
De capa caída
Este artículo fue publicado originalmente el día 7 de febrero de 2017