La venta de insumos para la construcción volvió a caer en enero, al registrar una merma de 6,9 por ciento respecto de igual mes del año pasado y una baja del 9,1 por ciento contra diciembre. Se terminó el segundo semestre de 2016 sin reactivación y, pese a las declaraciones del Gobierno afirmando que arrancó la recuperación, el inicio del primer semestre de 2017 anotó nuevas tensiones para el mercado interno. La principal apuesta del equipo económico es reactivar el sector en base a obra pública. Las autoridades nacionales prometieron que se invertirán 14.000 millones de dólares en infraestructura a lo largo del año. Esto puede implicar una mayor demanda de cemento y asfalto pero no colabora para recomponer los negocios de proveedores de pinturas, pisos, cerámicos, griferías, sanitarios y revestimientos, entre otros. Desarrolladores aseguran que la obra privada, que representa el 70 por ciento de las inversiones en el sector de la construcción, se encuentra paralizada porque es más rentable invertir en la especulación financiera que ponerse a edificar.
Los proveedores de insumos para la construcción registraron 12 meses consecutivos de caídas en las ventas. La última suba registrada había sido en enero de 2016, con un alza del 3,2 por ciento. Luego vinieron retrocesos de hasta 23,9 por ciento, que marcaron las bajas más pronunciadas desde la crisis de 2002.
“Este va a ser el año de explosión de la obra pública. Estamos poniendo en marcha las licitaciones que hemos desarrollado el año pasado. Tuvimos una primera mitad de 2016 de ordenamiento y de normalización de una herencia muy complicada. Pero esa etapa ya terminó. En el segundo semestre pusimos en marcha muchas licitaciones, que van a empezar a ejecutarse”, dijo ayer Ricardo Delgado, subsecretario de Coordinación de la Obra Pública. Apuntó que la obra más importante de 2017 será la construcción de la represa Chihuido en Neuquén. “El Procrear va a ser una de las líneas de acción principal que va a tener la Secretaría de Vivienda. Estamos transfiriendo el programa a nuestra órbita y se van a reactivar proyectos urbanísticos”, aseguró.
El funcionario afirmó que este año el presupuesto para vivienda será 28 por ciento más alto que en 2016 y “la inversión en infraestructura de todo el Gobierno rondará los 14 mil millones de dólares”, unos 2500 millones más que el año pasado. Precisó que para 2017 se buscará entregar 25.000 créditos de Procrear para construcción de casa propia. “Hay que establecer un ranking que tenga que ver con las necesidades de primera vivienda, la cantidad de hijos, con la posibilidad de tener un ingreso y la capacidad de repago. Ya hemos otorgado casi 500 créditos, hay 10.000 en proceso con 600.000 de monto promedio y 200.000 de subsidios”, aseguró.
Los augurios de recuperación de la construcción de vivienda privada para este año del Gobierno chocan con las declaraciones de los desarrolladores. “Hoy ponerse a construir un emprendimiento de viviendas para la clase media en Capital Federal o incluso en el interior del país no tiene sentido”, dijeron a este diario en una importante constructora de la Ciudad de Buenos Aires. Explicaron que los costos de construir rondan entre 1100 y 1200 dólares el metro cuadrado y a eso debe agregarse el costo del terreno que implica un extra de 300 dólares. La venta del metro cuadrado, indicaron, está en 2100 dólares. “Con los 600 dólares que te quedan no llegás a cubrir los costos financieros, impuestos y encima sacar algo de rentabilidad razonable”, aseguraron.
Hace cinco años construir un metro cuadrado costaba 800 dólares, un 40 por ciento menos que ahora. Muchos de los desarrolladores reconvirtieron su oficio y se dedican a sacarle rentabilidad al negocio financiero comprando instrumentos como las Lebacs. En los últimos doce meses este título generó ganancias de más de 30 por ciento en dólares, cifra imposible de obtener en el negocio de la construcción.