“El país que prometieron no es el que estamos viviendo”, dijo la ex presidenta Cristina Fernández, en un video que difundió ayer, donde vinculó las escuchas que le realizaron a ella y a Oscar Parrilli con el espionaje ilegal montado desde el gobierno porteño de Mauricio Macri.
En el video, CFK relata un trámite que debió cumplir por orden del juez Claudio Bonadio, quien primero la hizo viajar a Buenos Aires para tomarle huellas digitales y, como se las tomaron mal, tuvo que volver a presentarse, aunque esta vez le permitieron hacerlo cerca de su casa, en Santa Cruz. “Este un Gobierno de fotos –dijo la ex presidenta–. De fotos de colectivos falsos, de timbreos que no existen o están acordados. Ahora citan a declaración a mis hijos, los dos juntos, el 6 de marzo. ¿Para qué? Para que al día siguiente vos veas en la tapa de los diarios, de Clarín y La Nación por supuesto, la foto de Máximo y Florencia entrando en Tribunales. Y el 7 voy yo, la familia completa, para publicar mi foto en la tapa del diario el Día de la Mujer”.
Para CFK, hay “una mezcla de persecución feroz, con objetivos de proscripción, claramente”, con el propósito de “también tapar todo lo que está pasando, nos sacan a mis hijos y a mí en la tapa de Clarín y no tienen que sacar la deso- cupación, las oficinas que cierran, el propio Clarín que echa a todos sus empleados de un taller para precarizar y flexibilizar trabajadores”.
En ese punto, Cristina Kirchner planteó que opera “un entramado mediático, judicial y de inteligencia para tapar la realidad, perseguir y hacer control social. A las fotos ahora le agregan un condimento nuevo, las escuchas. En realidad es más o menos nuevo, porque esto de organizar escuchas desde el Gobierno ya lo conocimos con Macri en la ciudad de Buenos Aires, donde armó un sistema para escuchar gente, fue detectado, aunque lo sobreseyeron a él al otro día (tras asumir como presidente), pero el sistema está probado y muchos de sus funcionarios están siendo sometidos (a investigación) o van a juicio... Esta es la Argentina que tenemos, una Argentina de control social, de intimidación, por eso hay tanta gente callada, por eso tanto dirigente que era muy combativo con un gobierno como el nuestro, que estaba bien serlo, ahora raramente están callados con un gobierno que conculca derechos, echa a la gente, rebaja sueldos, mete presos ilegales, como el caso de Milagro Sala”.