“Soy la parte optimista de la querella”, había dicho Eduardo Coco Lombardi respecto del veredicto en el juicio por el asesinato del militante del MTP José Díaz durante el represivo operativo de recuperación del cuartel de La Tablada en 1989. Y no se equivocó porque el TOF 4 de San Martín determinó que el general retirado Alfredo Manuel Arrillaga es culpable de tal crimen y lo acaba de condenar a prisión perpetua. Los familiares de las víctimas estallaron en un aplauso. “Lo esperábamos, tenemos a la verdad de nuestro lado”, dijo a Pagina/12 Daniel Díaz, hijo de la víctima.
Minutos antes entre el público, familias enteras de las víctimas, ancianos y jóvenes, amenizaban la espera compartiendo mate y abrazos, junto a los sobrevivientes. Los Provenzano, Samojedny, Ruiz y el hijo de José Díaz, Daniel, que vino desde Nicaragua, palpitaban lo que esperaron durante tres décadas. Atrás había quedado la angustia de los relatos de las eternas sesiones de tortura, que incluyeron la violación de algunos militantes por parte de los represores del Ejército.
El presidente del tribunal Matías Mancini, flanqueado por los jueces Alejandro de Korvez y Eduardo Rodríguez Eggers, había rechazado más temprano el pedido de la defensa de quitar los carteles con las fotos de los militantes desaparecidos, porque dijo sentirse “intimidado”.
El represor ya tenía prisión perpetua por cinco casos de delitos de lesa humanidad y goza de arresto domiciliario. Aunque pidieron que le sea revocada, el tribunal lo difirió hasta que la sentencia esté firme.