El debate sobre la paridad de género llegó a la literatura infantil en España. La escuela Tàber, de Barcelona, llevó adelante un análisis de la biblioteca del establecimiento. Las autoridades de la escuela tuvieron que salir a explicar la medida, ya que en un primer momento se difundió que se habían vetado textos como “La bella durmiente” o “Caperucita roja”.
Anna Tutzó, responsable de la comisión de género de la Asociación de Familias de Alumnos de la escuela Tàber, dijo que “la realidad es que hemos hecho un análisis con perspectiva de género en la biblioteca”, dado que los alumnos son chicos en edad de preescolar, “infantes sin capacidad crítica, de perspectiva histórica, analítica”. En total, hay unos 600 libros al alcance de los chicos en el establecimiento.
“Solo un 11 por ciento fueron considerados buenos en perspectiva de género y un 30 por ciento muy negativos, altamente estereotipados y con contenidos machistas y racistas”, señaló Tutzó. “Creemos que no correspondía que estuviesen en aquella biblioteca. No es ninguna locura lo que hemos hecho y más para dar paso a otro tipo de cuentos”, añadió.
Sobre el caso concreto de “Caperucita Roja”, Tutzó dijo que “se tiene que contextualizar cuándo se escribió, cómo, por qué y cuál es su significado. Hoy en día evidentemente está fuera de lugar. Eso no quiere decir que se pueda explicar, y de otra manera o con una perspectiva histórica, a determinada edad pero no con infantes de 1 a 4 años”.
Con todo, el propósito no es sacar los libros que consideren machistas de la biblioteca. “No se ha retirado nada, se marca aquellos cuentos que tienen cosas que se pueden comentar para desarrollar un espíritu crítico. Lo que no podemos pretender es desarrollar un espíritu crítico si, en la infancia, solo enseñamos un tipo de contenidos”, advirtió Tutzó. “Queremos introducir otros tipos de cuentos, con otros valores, donde se muestra la diversidad y otras maneras de relacionarse”, cerró.
La noticia original de que se quitaban algunos textos infantiles causó sorpresa en España. Incluso llegó a colarse en el debate político, a tres semanas de las elecciones generales. Santiago Abascal, el líder del ultraderechista partido VOX, se preguntó "¿cuál es problema?". "Yo he pensado: a la niña le mandan hacer un recado, no al niño, claro, la niña haciendo recaditos en vez de siendo astronauta, es una demostración de machismo y encima la niña con falda y no con pantalones”, dijo en un acto político.
También hubo un pronunciamiento de editoriales infantiles españolas. “Los cuentos populares clásicos son parte de nuestro patrimonio cultural”, afirman al tiempo que manifiestan que toda literatura, “la infantil incluida, refleja el mundo en que se hace porque es el que conocen quienes la escriben y la leen”. También advierten que “pensamos que se favorece la igualdad con una luz crítica sobre la tradición mucho más que invisibilizándola”.
La figura de Caperucita Roja ya había sido usada hace un año por una compañía de títeres en Cataluña para concientizar sobre la violencia de género.