Después de la experiencia de los verdurazos, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se prepara para abrir el primer mercado mayorista de hortalizas y frutas agroecológicas. Va funcionar, desde este sábado, en Lanús, para ofrecer sus productos a restaurantes y verdulerías. El paso es una apuesta a ampliar el acceso a los alimentos agroecológicos, pero también una necesidad propia para su desarrollo: “Si no aumentamos el volumen de venta, no podemos seguir creciendo en la escala productiva”, indican en la organización.
El mercado de abasto va a abrir lunes, miércoles y viernes para la venta al por mayor y los sábados también para el consumo familiar. La inauguración está anunciada para este sábado, a las 11 horas, con un acto y una feria minorista abierta a los vecinos y vecinas del barrio. La dirección es Patxot 945, de Valentín Alsina, Lanús.
“Desde hace más de 4 años venimos pensando alternativas de comercialización”, cuenta sobre la apertura Juan Pablo Della Villa, secretario de comercialización de la UTT. “Fuimos sumando posibilidades: bolsones a domicilio, venta en los espacios públicos, almacenes propios, nodos en la capital y el conurbano, la campaña de los feriazos. Al por mayor tenemos ya estábamos trabajando, tenemos unos 70 clientes entre verdulerías y restaurantes. Lo de ahora es cantar truco y es que en la Argentina, no podemos pensar en dar vuelta el sistema productivo si no construimos a escala. Necesitamos una escala que deje de especular con los alimentos como si fueran commodities”.
Conocida por sus feriazos, la Unión de Trabajadores de la Tierra reúne a unas 16 mil familias de quinteros distribuidas en 15 provincias. No toda su producción es agroecológica, pero vienen dándole un impulso fuerte a la siembra sin químicos.
“A lo largo de nuestros diez años de construcción fuimos creciendo y teniendo muchas victorias y muchas luchas, pero la agroecología y la profundización de un modelo de producción sano, saludable sustentable, es una de las victorias mayores”, dice Nahuel Levaggi, coordinador de la UTT. “Para nosotros es la oportunidad de unir la producción libre de químicos como propuesta política, a un modo de trabajo digno, libre y cooperativo”.
Con la agroecología adoptaron un método de capacitación de quintero a quintero, que tiene el asesoramiento de ingenieros agrónomos pero está centrado en la cercanía que tienen las familias de quinteros entre sí. De esta manera pasaron de unas pocas hectáreas a más de 200 sembradas sin agrotóxicos.
“Logramos producir y cosechar, pero sin embargo, en la distribución nos topamos con un cuello de botellas. Sin bocas de expendio todo termina en que cobramos 2 pesos la acelga”, señala Della Villa.
El trabajo autogestivo lleva mucho esfuerzo. Salvo dos colonias en tierras a las accedieron en comodato durante el gobierno anterior, la mayor parte de la tierra es alquilada por los quinteros. La UTT paga los fletes para llevar la verdura a los feriazos porque no tiene logística propia. Hace los repartos con camionetas privadas y sus almacenes funcionan en locales también alquilados. “En esta situación, mientras en el mercado convencional el 30 por ciento del precio se lo queda el pequeño productor y el 70 por ciento los intermediarios, en el mejor de los casos, en los Almacenes de Ramos Generales de la UTT garantizamos la relación es la inversa: el 70 por ciento lo gana el productor y el 30 por ciento a la logística y comercialización”, asegura Della Villa.
Con el galpón para la venta mayorista tienen el objetivo de abastecer al polo gastronómico que va de Las Lomitas a Lanús, y llegar con menos esfuerzo a la Capital Federal, hasta donde hay 15 minutos de viaje. La meta es mover por semana 60 mil kilos de verduras fresca, 24 mil de papa, zanahoria y cebollas y 84 mil kilos de frutas.
En coordinación con otras cooperativas de trabajo también van a ofrecer otros productos, como quesos de cabra del norte, dulces de Santiago del Estero, mandioca y yerba de Misiones y vinos de Mendoza. En la UTT aseguran que se puede crear y sostener un sistema de comercialización justo, controlado por los quinteros. “La escala y la rentabilidad no son exclusivas de la Sociedad Rural ni de los grandes pooles de siembra”.