Ratas, falta de gas, obras incumplidas y problemas edilicios son sólo algunas de las denuncias que hacen tanto maestros como padres y madres y alumnos en las escuelas de gestión estatal en la ciudad de Buenos Aires.
A pesar de tratarse del distrito más rico del país, la educación porteña tienen graves problemas de infraestructura que derivan, entre otros problemas, en que este año unos 22 mil chicos se hayan quedado sin vacante escolar. Mientras tanto, el oficialismo continúa con la promesa de construir 54 nuevos establecimientos educativos antes de fin de año, como “parte del Plan de Transformación Educativa” que impulsa el PRO en la ciudad y que forma parte de sus compromisos de gobierno. Sin embargo, según la propia web oficial sólo se completaron 3 de los 8 polos educativos y 17 de los 30 nuevas escuelas con salas de 3 años prometidas en campaña. Al déficit en la infraestructura escolar se sumaron recientemente los problemas con las obras: a mediados de marzo se derrumbó una escuela en construcción en Villa Soldati, frente a la Villa Olímpica levantada para los Juegos Olímpicos de la Juventud, y cinco trabajadores resultaron heridos.
Para completar el panorama, al menos nueve de las escuelas que figuran “en ejecución” en el sitio web del gobierno porteño son terrenos en los que aún no se ha realizado ningún tipo de obra. Se trata de Alvarez Jonte 3867, en Villa del Parque; Lagos 2929, en Parque Patricios; Castañares 6500, Zuviría y Piedrabuena y Eva Perón 7449, en Lugano; Basualdo 1753, en Mataderos; Santo Domingo 4040, en Pompeya; Avenida Belgrano y Catamarca, en Balvanera; y Pepirí 185, en Parque Patricios. En este último caso, no sólo no hay una escuela en construcción sino que allí funciona un patio gastronómico.
Para la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la razón de los problemas de infraestructura y mantenimiento en las escuelas porteñas es clara: el ajuste en el presupuesto educativo de la Ciudad. Y es que desde 2013 el presupuesto en Educación viene cuesta abajo y durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta sufrió una caída real del 15 por ciento, según un informe realizado por el sindicato.
Paralelamente, en los últimos siete años se sextuplicó el gasto en deuda pública en la Ciudad. Y si bien el presupuesto de 55,641 millones aprobado para este año en materia educativa de pesos equivale a un aumento del 28 por ciento en relación a 2018, lo cierto es que ese aumento no llega a compensar la inflación ni, mucho menos, a resolver los graves problemas que enfrenta hoy la educación pública en la Ciudad. Además, el presupuesto 2019 tiene un fuerte ajuste en mantenimiento y en infraestructura escolar (-42 por ciento) y son partidas que históricamente son subejecutadas en la ciudad.
“Lo que pasa es que ahora están muy apurados con hacer estas 54 escuelas por razones obvias: estamos en un año electoral. Entonces, ordenaron poner hormigón y continuar con la obra a pesar de que era un día de lluvia y así fue cómo se produjo el derrumbe”, relató la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente del Trabajo de UTE, Alejandra Bonato, en diálogo con PáginaI12, en referencia al derrumbe en Villa Soldati. Además, aseguró que sólo cuatro de las escuelas construidas son realmente nuevas. El resto, explicó, son relocalizaciones. Es decir, traslados de escuelas ya existentes hacia nuevos edificios. “El problema es que si bien así se resuelve o mejora el problema edilicio, no resuelve el déficit de vacantes. Pero no les importa, ellos quieren la foto en la escuela nueva y punto”, agregó.
“En el Polo Mugica, en Retiro, había tres escuelas: inicial, primaria y media. Entonces, ellos mudaron estas tres escuelas hacia nuevos edificios pero no son nuevas escuelas”, ejemplificó Bonato. Si bien la referente sindical reconoció que el nuevo polo educativo aumentará la cantidad de vacantes para el barrio tanto en el nivel inicial como en el primario, expresó su preocupación por la cantidad de grados que tendrá la escuela primaria: “Va a ser la única primaria en toda la ciudad que va tener cinco secciones de grado y un solo director. ¿Cómo conducís una escuela con 35 grados? Tampoco tienen en cuenta la realidad del barrio, porque no es lo mismo conducir una escuela en Palermo que en la Villa 31. Lo hemos hablado con la Dirección de Educación Primaria y nos dijeron que no es una decisión que esté en sus manos”.
Además, Bonato denunció que “ninguna de las escuelas se entregaron con gas” y que, incluso, “muchas fueron entregadas con luz de obra e instalaciones provisorias”, como el caso del Jardín de Infantes N°11 ubicado en la calle Venezuela al 3200, en Balvanera.
La legisladora Laura Marrone, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, señaló que si bien las escuelas de reemplazo “mejoran las condiciones de habitabilidad”, no resuelven la cuestión de fondo. “Estamos ante una realidad en la que por más que se hayan construido esas escuelas, la falta de vacantes en la ciudad hace años es muy grave y no se soluciona. Acá hace falta una decisión de inversión del Estado en infraestructura educativa que no es la que está teniendo como prioridad en este momento el gobierno”, aseguró Marrone a PáginaI12.
“El gobierno de Rodríguez Larreta licitó una obra por 2800 millones de pesos para el mantenimiento de parques y macetas de los próximos tres años y 2 mil millones para veredas. Con eso construimos nuevas escuelas y resolvemos el problema de las vacantes, pero esa no es la prioridad de este gobierno”, detalló.
“El caso de Santo Domingo 4050 es escandaloso y demuestra que no sólo no conocen el sistema educativo, sino que tampoco conocen la ciudad”, dijo Bonato. “Cualquiera sabe que en Pompeya pasa por abajo el Riachuelo. ¿Qué pasó? Ahí pretendían hacer una escuela con sótano. Entonces, cuando empezaron a cavar salió agua para todos lados. Ahora no solamente tuvieron que cambiar todo el proyecto sino que además tuvieron que poner pilotes de 22 metros de profundidad para llegar a la tierra y ver si sobre eso se puede construir una escuela que no se hunda dentro del Riachuelo”, contó.
Aun con todos estos conflictos en marcha, la referente de UTE aseguró que “el principal problema” en materia de infraestructura y mantenimiento “es el abandono del resto de las escuelas de la Ciudad”.
“Como están apurados con las obras por el año electoral, están dejando desoladas las otras escuelas de la ciudad que también tienen problemas graves de mantenimiento e infraestructura. Si una casa hay que mantenerla permanentemente, imaginate un edificio escolar, que está habitado por 400 personas todos los días”, expresó.
“Tenemos ventiladores y techos que se caen, puertas y paredes rotas, problemas con las instalaciones de luz y de gas, escuelas que se inundan. Y no hay una política de mantenimiento y prevención. Si no hubo una tragedia en las escuelas de la ciudad hasta ahora, fue por suerte. Y no podemos depender de la suerte”, aseguró Bonato, quien recordó la reciente invasión de ratas en la escuela Rosario Vera Peñaloza, en Almagro, y el caso de la escuela Casto Munita, en Belgrano, donde a fines de 2016 se derrumbó el techo de un aula de primer grado. “Tuvimos suerte porque era sábado. Eso pasa un día de semana con los pibes en el aula y es una tragedia”, agregó.