En la mesa de los “sexo-disidentes”, brilló la intervención de Facundo Saxe, del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Luego de recordar que por su orientación sexual le costó “mucho” durante años hablar “en primera persona”, se alegró de poder hacerlo en el edificio que fue sede de la Facultad de Humanidades, donde se hizo el encuentro: “No creo que hayan sido muchas las personas sexodisidentes que hayan podido hablar en este lugar durante mucho tiempo”. Se refirió al rechazo que los sectores conservadores plantean hacia el mensaje inclusivo y hasta ironizó: “Algunos piensan que esto que hacemos es ideología marxista de género”.
“No sé por qué estoy acá, soy marica”, fue lo primero que dijo Saxe al intervenir en el panel “Cuerpos e identidades diferentes”. Estimó que lo llamaron porque es “la disidencia” personificada. Recordó que en la página del Conicet, en el que trabaja como investigador, recibió trolls en los que le decían: “Por qué en lugar de hacer esas investigaciones de mierda y escribir con la ‘x’ no te dedicás a hacer cosas más interesantes o no sabés que la Real Academia Española ya dijo que todos los que escriben así son oligofrénicos”.
Saxe aclaró que le interesa la discusión sobre el lenguaje inclusivo para poder analizar “todo lo que hemos podido o no hemos podido hablar”, como consecuencia de su elección sexual. Señaló que “el progresismo a veces admite las disidencias, pero hasta ahí, algo así como que ‘está todo bien, pero no hables’”, frase que despertó risas en el auditorio, como ocurrió a lo largo de toda la charla.
Se preguntó “por qué algo que no les importa les molesta tanto” y “cuál es la razón por la que haya gente a favor y gente en contra. Y por qué en contra, si el lenguaje inclusivo no quiere ser el lenguaje exclusivo, si no quiere imponerse a nadie. Es como el aborto legal, que lo aprueben no significa que todas las mujeres tengan que abortar”.
Estimó que lo que molesta es que sea “un vehículo para visibilizar, porque si algo no se nombra, no existe, y no es que no exista, sino que es borrado, que es censurado y discriminado, por eso creo en la necesidad de construir un lenguaje inclusivo”.