Desde Madrid
Pablo Echenique (Argentina, 1978), secretario de Organización y Acción de Gobierno de Podemos, y candidato de Unidas Podemos (UP) en el Congreso de los diputados recibe a PáginaI12 a horas de que se inicie formalmente la campaña electoral de las elecciones generales del 28 de abril. Se trata de los comicios más relevantes y abiertos de los últimos tiempos en el país ibérico. Echenique jugó un rol clave en la reciente gestión del Gobierno español, al ser el líder de su partido en la negociación con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para elaborar los Presupuestos Generales. Unas cuentas del Estado que diversas voces calificaron como las más sociales de la historia de España, y que la oposición tumbó en el Parlamento obligando al presidente Pedro Sánchez a convocar elecciones.
–¿Por qué se dice que estas elecciones son trascendentales?
–Por muchos motivos, pero apuntaría dos. El primero es que, lo que llamamos tradicionalmente las derechas, Ciudadanos, Vox, y el Partido Popular, están adoptando posiciones cada vez más reaccionarias. En el eje económico, están planteando aumentar los privilegios de las grandes fortunas, de las grandes corporaciones, y adelgazar el Estado del bienestar que, en España, ya es más pequeño que en Estados vecinos. En términos de libertades civiles, con los derechos de las mujeres, de los inmigrantes, y de otros colectivos. Si llega un gobierno que es una coalición de esos tres partidos, España va a sufrir una involución democrática y económica muy importante. En segundo lugar, son trascendentales porque España tiene retos que no se pueden postergar, y si no hay un gobierno valiente no se van a abordar.
–¿Cuáles son esos retos?
–Dos me parecen muy importantes: la lucha por la igualdad, no solo en términos de acabar con la violencia machista, y de avanzar hacia una igualdad simbólica o discursivas entre hombres y mujeres, sino también en términos económicos. Necesitamos una ley de Dependencia como la que existe en los países del norte de Europa porque, al final, los cuidados son asumidos mayoritariamente por las mujeres, sin cobrar y sin ser reconocidas. Con una ley de Dependencia digna podríamos generar 400 mil empleos, en un sector económico de arranque rápido y que, automáticamente, lograría aumentar el consumo interno. Otro es el ecológico. Nos encontramos muy cerca de lo que los científicos llamamos el punto del no retorno. España tiene condiciones climáticas que en otros países de Europa no existen, y tiene una de las generaciones mejores formadas de nuestra historia. Nuestro país puede liderar ese salto adelante y, a la vez, generar cientos de miles de empleos de calidad. Apuntamos a que en veinte años el cien por cien de la producción energética básica provenga de renovables, y que el cien por cien del parque automotor sea eléctrico o de otras tecnologías no basadas en combustibles fósiles. Eso reduciría en un 90% las emisiones de CO2 que tenemos.
–Una de las opciones de gobierno es que se reedite un pacto a la andaluza de PP, C’s, y Vox. ¿Cuál sería la opción progresista?
–Hay que esperar a que la gente vote. Una cosa es segura, y es que no habrá nuevos gobiernos en solitario en España. Nunca más o, por lo menos, en las próximas décadas. Nosotros preferiríamos estar por delante del PSOE, pero somos conscientes de que vamos a tener que llegar a acuerdos con ellos por un lado y, a lo mejor también, con los partidos catalanes y vascos. En ese sentido, estamos en muy buena posición. Somos la fuerza política que casi ha conseguido mantener interlocución con los diferentes partidos que hay en Cataluña, en Euskadi, Cádiz o en Galicia, y creo que no todos los partidos estatales lo han conseguido.
–¿Debería el PSOE ofrecerle a UP cargos ministeriales?
–No creo tanto en que alguien deba ofrecer o no un cargo, como en llegar a acuerdos. Es evidente que la fuerza que tenga más votos deberá encabezar el gobierno, y que el Consejo de Ministros debe ser compartido entre las fuerzas que sustenten al gobierno. Nosotros hemos conseguido cambiar ciertas cosas importantes desde el Parlamento, pero es obvio que hay que gobernar para poder cambiar las realmente importantes.
–¿Pero existe alguna cartera que prefiera más que otra?
–No nos hemos hecho la pregunta, pero existen ciertos sectores de las políticas públicas que están más en el centro de nuestra acción, como puede ser el de empleos, la ecología, la unidad de cuidados, o el feminismo.
–España sigue a la cabeza de Europa en desempleo, y desempleo juvenil. ¿Qué medidas tomarían?
–Lo primero es crear empleos. Cuando el sector privado no es capaz de generar empleos de calidad, el Estado tiene que jugar un papel. No hay un país en la historia del mundo que no haya dedicado sus energías productivas a un cierto sector porque lo haya decido espontáneamente la mano invisible del mercado de Adam Smith. Todos los países que son algo económicamente en el mundo, es porque el Estado decidió apostar por sectores estratégicos. Por ejemplo, el “horizonte verde” que planteamos en nuestro programa generaría, al final de todo el proceso, 600 mil empleos de calidad.
–Una de las propuestas de UP es establecer un impuesto nuevo a la banca y aumentar el existente ¿podrá implementarse en un próximo gobierno?
–Dependerá de la fuerza que tengamos. Yo ordené la negociación del acuerdo presupuestario con el PSOE, y nos costó mucho esfuerzo que aceptase una frase bastante ambigua sobre estudiar en el futuro la posibilidad de establecer un impuesto a la banca. Hay que tener en cuenta que el PSOE debe decenas de millones de euros a los bancos.
–¿Qué enseñanza se lleva de la gestión de gobierno junto al PSOE?
–Primero, que no te puedes fiar del PSOE para llevar al país a donde nosotros queremos. Segundo, de los pocos escrúpulos de ciertos sectores del estado profundo, de los poderes económicos, y de los propietarios de los grandes medios de comunicación a la hora de intentar adulterar la democracia, de amañar una elección. Un directivo de un medio de comunicación importante se lo dijo a Pablo (Iglesias) en privado, le dijo “van a por vosotros”. Se refería a que no permitirían la reforma fiscal que habíamos pactado con el Gobierno. Hasta ahora un montón de grandes multinacionales pagaban un cero por ciento del impuesto de sociedades, porque hay muchísimos agujeros en sociedades que te permiten deducir tal impuesto, y al final acaban pagando un cero. No les gustó el impuesto que planteamos a las transacciones financieras, o a las grandes fortunas. Entonces, decidieron, una vez más, que irán contra nosotros.
–¿Cómo se apuesta al diálogo en Cataluña?
–Es difícil decirlo. Desde luego sin dejar de intentarlo. Creo que es una irresponsabilidad terrible que haya líderes políticos que de manera deliberada decidan que la táctica política a utilizar para ver si la gente les vota es la de incendiar tu país. Esto lo pienso de los partidos de derechas y también de la parte más radical del independentista. Creo que necesitamos un presidente con altura de Estado, que entienda que no se puede gobernar España si no hay una reconciliación entre los diferentes pueblos del país y que, humildemente, creo que es nuestro candidato, Pablo Iglesias. Si hay dos millones de catalanes que están diciendo que quieren que Cataluña se separe de España es evidente que esto con policías, jueces, y con represión no lo vas a arreglar.
–¿Seguirán apostando por la idea de un referéndum pactado?
–Seguirá sobre la mesa aunque el contexto actual no sea propicio. Un referéndum pactado que incluya una opción que planteé si Cataluña continua formando parte de España pero con un encaje constitucional diferente, porque pensamos que esa es la opción mayoritaria del pueblo catalán.