La inauguración de una pileta climatizada en Avellaneda sirvió como original excusa para que el peronismo bonaerense exhiba ayer una contundente postal de unidad con todos sus precandidatos a gobernador e incluso dos ex gobernadores que hoy aspiran a la presidencia. La foto fue justo unas horas después de que el gobierno de Mauricio Macri publicara el decreto para impedir la formación de listas colectoras, cuestión de complicarle a la oposición un armado común que destrone a María Eugenia Vidal. Aunque el decreto no formó parte de los discursos, el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Gray, anticipó que acudirá a la justicia e incluso a organismos internacionales para denunciar los cambios de último momento que viene pergeñando el macrismo de cara a las elecciones (ver aparte). En definitiva, lo que mostró el acto -en un municipio peronista y en un mediodía peronista a pleno sol, como marcó Fernando Espinoza- fue que en el principal distrito del país el PJ mantiene su intención de elaborar una estrategia común con “todos adentro”.
Cualquiera que conozca un poco el entramado del peronismo bonaerense sabe que fotos como la de ayer no son sencillas. Hay toda una cuestión de detalles detrás que deben negociarse meticulosamente: imágenes, presentación, oradores y demás. El anfitrión Jorge Ferraresi, uno de los intendentes más identificados con el kirchnerismo, habló junto a la pileta olímpica municipal. En el acto ante una militancia entusiasta los oradores fueron sólo los precandidatos, no sea cosa de armar un acto eterno.
“Hoy empieza una nueva etapa, un cambio hacia el futuro y no hacia atrás”, sostuvo el diputado Espinoza, que abrió la lista. “Che gorila, che gorila, esa casa es de Perón”, cantaban desde abajo. Lo siguió su coequiper e intendenta de La Matanza, Verónica Magario, quien proclamó el fin de “este maldito camino que lleva al fracaso”. Hizo una referencia a Néstor Kirchner al hablar del rumbo de las gestiones que arrancaron en 2003. “Es hora de que vuelva a gobernar el peronismo y devuelva los derechos a todos”, apuntó. “Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo”, fue el cantito que surgió.
Una preocupación de los referentes de La Matanza siempre es unir en las críticas a Macri y Vidal, para evitar esa diferencia de imagen que muestran uno y otro, aunque ambas hoy muestran una tendencia para abajo. “Esta que estamos inaugurando hoy es una de las tantas obras que los intendentes debemos hacer en ausencia del gobierno provincial”, destacó Magario, que llamó a la unidad de “todos los que quieren decir ‘basta Macri’”.
Los intendentes del peronismo venían llevando adelante conversaciones con el Frente Renovador en la provincia para explorar la posibilidad de listas comunes en caso de que no haya acuerdo nacional. En el PJ, sotto voce, acusan a Sergio Massa de haber difundido las negociaciones antes de tiempo, como forma de evitar un éxodo de los intendentes que aún le responden. Pero la infidencia puso en alerta a Vidal que acordó con Macri la firma de un decreto para cortar esa posibilidad. No obstante, en todos los discursos de ayer se hizo referencia a la unidad. A través de las redes sociales fue posible armar una extensa galería de fotos de dirigentes sonrientes y en gestos de buena convivencia con el hashtag -indispensable en estos tiempos- #Unidxs por la Provincia.
“Comienza una nueva etapa del peronismo bonaerense, la de dejar la diferencia de lado, acá están todos los dirigentes”, planteó Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora, quien sorprendió en su defensa del liderazgo de la ex presidenta, dado que todos los precandidatos, a priori, es al que se tiene por menos cristinista. “Todavía hay quienes discuten la conducción de Cristina Fernández de Kirchner. Yo les pido a cada uno de ellos, yo no sé si es por falta de humildad o por falta de sentido común, que recorran la provincia de Buenos Aires que vayan a los barrios para ver lo que la quieren y la extrañan a Cristina”, lanzó. También destacó las gobernaciones de Felipe Solá y de Daniel Scioli, parados cerca suyo sobre el escenario, y recordó a “ese flaco que vino del sur”. Se acordó de todos.
El ex ministro Axel Kicillof planteó que “el gobierno de Macri y de Vidal es un fracaso histórico”. Dijo que una de las ideas de ese gobierno es “dividir el campo popular” y que ese acto mostraba que no lo habían conseguido. “Macri te corta la cabeza y Vidal aparece con una curita”, ironizó Kicillof, quien apuntó luego los cañones hacia la gobernadora.
El cierre quedó en manos de Máximo Kirchner, apuntado como casi seguro cabeza de la lista de candidatos a diputados pero principalmente, por razones obvias, el más fiel representante de Cristina Kirchner cuando ella no está presente. “Era criticada cuando su firmeza era sólo para defender la mesa de los argentinos”, la recordó. “Lo que hace falta en la Argentina es recuperar el equilibrio democrático, necesitamos un hombre o una mujer del pueblo para que defienda al pueblo”, planteó.
Solá y Scioli no hablaron pero tuvieron rol protagónico en las imágenes y en el escenario. En cambio, hubo dos de los inscriptos en la pelea para la gobernación que no fueron de la partida: el intendente de San Antonio de Areco, Paco Durañona, y el ex secretario de Seguridad Sergio Berni. Hubo presencia sindical con Hugo Moyano, Hugo Yasky y Roberto Baradel. También participó la aspirante a jefa de Gobierno porteño Victoria Donda, los referentes del Movimiento Evita como el “Chino” Navarro y el diputado Leo Grosso, el diputado de La Cámpora y uno de los armadores bonaerenses Wado De Pedro y, obviamente, muchos intendentes, legisladores y referentes de la Provincia en el polideportivo de Villa Domínico. Más allá de las diferencias, “quedó claro que somos capaces de juntarnos y de tirar para adelante”, resumió la jornada Gray, el titular del PJ bonaerense, ayer fuera de la lista de oradores cuestión de no alterar el delicado equilibrio.