Despegar las elecciones locales de las nacionales, alambrar el territorio propio: la táctica de los gobernadores de Neuquén y Río Negro se repetirá, tal parece, en diecisiete de las veintidós provincias que renuevan autoridades. En una de esas en dieciocho: el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta todavía cavila sobre si “desdoblar” la fecha de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Gildo Insfrán, el imbatible gobernador de Formosa, se sumó al contingente que provincializa… el recurso hasta ahora “garpa”.
Hoy se realizan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Entre Ríos. El gobernador peronista Gustavo Bordet y su principal adversario, el diputado radical cambiemita Atilio Benedetti, van con lista única. “Por abajo”, en las intendencias se dirimen algunas internas.
Bordet consiguió unificar al peronismo, medió una intervención de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner para consolidar acuerdos y disuadir a los propios.
El gobernador mantuvo buen trato con la Casa Rosada y, en el mutante mapa del justicialismo 2019, le pasa más cerca a Alternativa Federal que al kirchnerismo. Pero el libro de pases está abierto: la prioridad es ganar.
Las apuestas de entrecasa ylos pálpitos de los entendidos dan como favorito a Bordet. En 2015 prevaleció sobre el adalid “del campo”, Alfredo de Angeli, por menos de tres puntos porcentuales (42,3 por ciento a 39,4 por ciento). En las elecciones parlamentarias de 2017 Benedetti se alzó con más del 52 por ciento de los sufragios superando al PJ entrerriano por más de 14 puntos.
Dichos guarismos fomentan la cautela, forzosa en la previa. Los votos se cuentan de a uno, hasta llegar al último… Pero tanto peronistas cuanto cambiemitas se sorprenderían mucho si Benedetti arrima el bochín. Es un cuadro boina blanca de larga trayectoria quellegó a ser candidato porque quedaron en el camino dos aspirantes que tallaban alto: el ministro del Interior Rogelio Frigerio (PRO) y el correligionario Sergio Varisco, intendente de Paraná.
Frigerio perdió chances porque la gestión nacional funciona como tumba de muchas candidaturas. Entre muchas recriminaciones justas, “paga” por la falta de obras públicas en Salto Grande, que para colmo percibe migajas por la electricidad que produce.
Varisco fue relegado por las acusaciones sobre narcotráfico que lo salpican por doquier. De todas maneras va por la reelección. Los peronistas se refriegan las manos, atisban la posibilidad de dar un batacazo conservando la provincia y alzándose con la esquiva capital. Sueñan con el doblete, como el gobernador cordobés Juan Schiaretti.
Sottovoce, bajo el cono del silencio, los boinas blancasadmiten que Paraná puede estar peleada pero contraofertan pronosticando una sorpresa en Concordia, baluarte peruca desde hace décadas.
Entre Ríos es un distrito bipartidista clásico, distinto a Neuquén o Río Negro. Radicales y peronistas se llevarán la parte del león de los votos. La historia provincial refleja alternancia entre el PJ y la UCR. Empardaban hasta 2007 inclusive: tres mandatos cada uno. Desde entonces, el score pasó a favorecer a los compañeros que ahora golean 6 a 3.
De primarias hablamos, la puja que definirá las nuevas autoridades se celebrará el 9 de junio. Final abierto aunque si hoy se produce una diferencia amplia algo indicaría.
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El domingo 7 en las PASO de Chubut el peronismo opositor superó por una cabeza a la lista del gobernador Mariano Arcioni, sucesor del fallecido caudillo local Mario Das Neves. El challenger fue la única fuerza que realizó Primarias, en las que prevaleció Carlos Linares, intendente kirchnerista de Comodoro Rivadavia.
La distancia mínima, inferior a dos puntos, y las posibilidades que siempre dispone el gobierno provincial demarcan suspenso para la definición. Acentuado porque Linares es alcalde de la ciudad más grande del distrito, o sea que también tiene “territorio” y recursos.
Resultó flojísimo el desempeño de Cambiemos cuyo paladín radical, Gustavo Menna, consiguió apenas un 14, 4 por ciento de sufragios. Menos de la mitad que cualquiera de las otras dos listas, fuera de la competencia real, lo que se va haciendo peligrosa costumbre.