A tres años del inicio de las negociaciones secretas y a uno del anuncio de una agenda de seis puntos, los delegados del gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda mayor organización guerrillera del país, instalaron formalmente en las afueras de Quito una mesa de diálogo con el objeto de desembocar en un acuerdo definitivo de paz y completar así el proceso de pacificación iniciado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El ex ministro y ex embajador Juan Camilo Restrepo encabezará la delegación oficial, mientras que Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, integrante del Comando Central del ELN, será el líder negociador de la guerrilla. "Quiero aprovechar esta ocasión para invitar al ELN a darle hoy la mejor noticia a los colombianos con su renuncia pública al secuestro", solicitó Restrepo durante el acto en la hacienda colonial Cashapamba, una propiedad de la comunidad jesuita ubicada a unos 25 kilómetros de la capital ecuatoriana.
"Sin esta decisión será muy difícil avanzar en la construcción de acuerdos", advirtió el jefe de la delegación oficial y calificó a los secuestros como un delito que "fue, ha sido y será injustificable". El funcionario agregó que "Colombia, la comunidad internacional aquí presente y las familias de quienes aún continúan secuestrados por el ELN esperan prontamente este anuncio".
En los días previos a la apertura oficial de la mesa de diálogo, el ELN liberó al soldado Fredy Moreno y excongresista Odín Sánchez, mientras que el Gobierno liberó a los guerrilleros Juan Carlos Cuéllar y Eduardo Martínez, gestores de la mesa de la paz, que participarán del diálogo.
En ese sentido, la ministra de Trabajo, Clara López, quien se sumó a la delegación del gobierno en calidad de negociadora, aclaró que estas últimas cuestiones "permiten que la mesa avance". "Es una muestra y buen augurio porque los gestos humanitarios son los que generan confianza en el proceso", agregó, citada por el diario El Espectador.
En el acto también estuvieron el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, y otros 150 invitados especiales de todo el mundo. Restrepo detalló que los equipos negociadores actuarán con fidelidad a la agenda pactada en marzo del año pasado y que esos temas se abordarán con "celeridad y rigurosidad" sin que ello signifique que se alcanzará "una paz exprés". "No venimos a esta mesa a explorar, ya la fase exploratoria quedó atrás", aseguró Restrepo.
"El objetivo de esta mesa es, cito el texto, 'suscribir un acuerdo final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz y equidad'", para lo cual "evitaremos caer en discusiones interminables, en un marasmo de conversaciones o en un permanente estado dialogante", indicó el jefe de la delegación oficial.
Entre los asistentes a la ceremonia se contó el ministro del Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, cuyo padre, el médico y senador Jorge Cristo, fue asesinado por el ELN el 8 de agosto de 1997, por lo cual el Estado colombiano fue condenado en 2015 a indemnizar a la familia y pedir perdón público por su "desprotección".
Un año antes, el ex guerrillero Gerardo Bermúdez, alias Francisco Galán, que fue uno de los líderes del ELN, pidió perdón al ministro Cristo por el asesinato de su padre, durante un foro por la paz.
Cristo dijo que viajó a Quito para participar de la instalación de la mesa de diálogo por invitación del presidente Juan Manuel Santos y porque cree que sin perdón en Colombia no habrá paz. "Quiero creer que en esta oportunidad el ELN sí tiene la decisión de abandonar la violencia; por nuestros hijos ojalá sea así", indicó, citado por la agencia EFE.
Las partes han aceptado que no será una negociación fácil y más cuando se va a negociar en medio del conflicto, aunque desde distintos sectores han pedido que se decrete una tregua bilateral para el desarrollo más acelerado de las conversaciones.
Tras el acto de hoy, mañana empezará en firme la negociación y este primer ciclo podría durar un poco más de 40 días para definir los modos de participación social en las negociaciones y el desescalamiento del conflicto.
Sucederá más de tres meses después de que se frustrara el primer intento de instalación de la mesa pública y luego de casi un año de que se conociera abiertamente el acuerdo sobre los diálogos alcanzado por las partes.
Se trata de la continuación de un trabajo que comenzó en enero de 2014 con los diálogos exploratorios que se realizaron en Ecuador, Brasil y Venezuela -con el acompañamiento de los gobiernos de Cuba y Chile- y que sólo se hizo público en marzo de 2016, cuando las partes dieron a conocer el acuerdo y la propuesta de una agenda de seis puntos como hoja de ruta para las discusiones en la mesa.