El líder histórico de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen, dirá adiós hoy, a regañadientes, al Parlamento Europeo. El combativo nonagenario hubiera preferido cumplir un nuevo mandato y “morir en el escenario, como Molière”.
El cofundador del Frente Nacional, partido que presidió durante cerca de 40 años antes de entregar las riendas a su hija, Marine, en 2011, cumplió siete mandatos sucesivos en la Asamblea de Estrasburgo, mientras que en Francia durante el mismo período sólo fue diputado dos años, de 1986 a 1988. Fue un comicio europeo, el del 18 de junio 1984, que permitió al FN –que hacía campaña a favor de que Francia salga de Europa– obtener por primera vez más del 10 por ciento de los votos a nivel nacional y de enviar a 10 diputados a Estrasburgo, entre ellos Jean-Marie Le Pen. “Fue la primera victoria tras una larga travesía del desierto”, contó el eurodiputado.
Pero el Parlamento Europeo fue también uno de los peores enemigos del Frente Nacional (ahora Agrupación Nacional). La justicia acusa al movimiento ultraderechista de haber creado un sistema de “apropiación indebida”, en su beneficio, de los salarios de sus asistentes parlamentarios. En el Parlamento Europeo, Jean-Marie Le Pen se posicionó como “la figura número uno de la extrema derecha europea y su principal portavoz”, explica el politólogo francés Jean-Yves Camus.
Allí también hizo contactos a nivel internacional. “Mostró que aunque el partido estaba aislado a nivel doméstico, tenía amigos afuera”, añade Camus.
Jean-Marie Le Pen fue expulsado en 2015 del partido por sus declaraciones negacionistas, por lo que, aunque hubiera querido, no puede volver a presentarse al cargo. “Me hubiera gustado ser como Molière, que murió en el escenario”, señala. Con 90 años, “se está haciendo a la idea” de ya no tener ningún mandato electivo pero no por ello dejará la vida política. Convocó ya para el 1º de mayo su tradicional mitin frente a la estatua de Juana de Arco, en París.
Pese a su exclusión y a desacuerdos con su hija, sobre todo en cuanto al euro, Jean-Marie Le Pen respaldará la lista de Agrupación Nacional a las elecciones europeas. Su hija, le devolvió el favor echándole flores en una entrevista con el diario Le Parisien: “Sólo puedo quitarme el sombrero ante él por toda su carrera. Sopló sobre la pequeña llama de la nación que ahora ocupa el lugar que le corresponde”. Al momento de irse, Jean-Marie Le Pen sigue debiendo al Parlamento Europeo 320.000 euros, por el caso de los empleos presuntamente ficticios.
El 12 de marzo, cuando el Parlamento levantó su inmunidad una última vez, se mostró fatalista: “No tendré muchas manos que estrechar cuando me vaya”.
Nueve veces sus colegas de la cámara europea pidieron que se levantara su inmunidad, ya sea por declaraciones polémicas dentro del hemiciclo o por el caso de los empleos ficticios. Tres pedidos le fueron favorables y seis desfavorables, detalla, denunciando el “celo excepcional” de la justicia cuando se trata de él.