El 70 por ciento de los niños que esperan ser adoptados en Argentina tienen entre 6 y 17 años, mientras que el 17 por ciento de los padres que buscan adoptar están dispuestos a recibir niños de hasta 8 años y sólo el 1 por ciento aceptaría adoptar niños de hasta 12 años. Estas estadísticas forman parte de un libro que presentó el Ministerio Público Tutelar (MPT) que dirige Yael Bendel, asesora General tutelar de la Ciudad de Buenos Aires. La publicación, que repasa la normativa que rige la adopción en Argentina y desarrolla propuestas para mejorar el sistema, fue presentada en una jornada sobre adopción que se realizó en la Facultad de Derecho de la UBA organizada por el MPT y de la que participaron especialistas locales y extranjeros. “Siempre se habla de las largas esperas que transitan los adultos que quieren adoptar y esta vez tuvimos en cuenta la mirada de los niños”, remarcó Bendel.
Según la investigación que llevó adelante el MPT en CABA y siete provincias, el 43 por ciento de los niños en condiciones de adoptabilidad tienen entre 6 y 12 años, el 27 por ciento tiene más de 12 y el 30 por ciento restante está compuesto de niñas y niños de 0 a 5 años. De los 4580 legajos vigentes en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines de Adopción, el 89 por ciento manifiesta su voluntad de adoptar niños o niñas de hasta un año. A este panorama, señaló Bendel, se suma que el 50 por ciento de los padres que adoptan a niños de más de 8 años deciden devolverlos. “Esto sucede porque la expectativa (de los adoptantes) es muy grande y la realidad es otra –explicó la asesora general tutelar a este medio– Lo que hay que trabajar en ese deseo de adoptar es que se entienda que lo que se adopta es una persona y las personas somos complejas, tenemos problemas, las dificultades y condicionamientos”.
De la jornada en la Facultad de Derecho participó Atilio Alvarez, abogado, profesor y defensor de menores, quien alertó el peligro que representan las adopciones internacionales. Alvarez opinó que cuando en Argentina hay períodos de profunda devaluación, como sucede actualmente, “se llevan al niño, a la madre y a la abuela”. “No se abre al mundo entregando el eterno trofeo de los niños y las mujeres, trofeos de guerra desde tiempos inmemoriales”, sostuvo. Asimismo, afirmó que es necesario que el Código Penal incorpore la penalización de quienes actúan como intermediarios en las adopciones ilegales.
Debido a que Argentina no forma parte del Convenio de Adopción Internacional no se reciben extranjeros que vengan a adoptar niños. Además, explicó Bendel, es requisito indispensable para adoptar tener un mínimo de cinco años de residencia en el país. “Lo que sucede es que muchas veces van a adoptar argentinos afuera y, al no haber convenios internacionales, si quieren devolverlos, se hace mucho más dificultoso poder establecer una comunicación con los organismos de protección del lugar de origen y poder pensar en una restitución del niño”, afirmó.
La asesora general tutelar también expresó la necesidad de penalizar a los intermediarios en adopciones ilegales –mal llamada “entrega directa”–. Bendel alertó que en las maternidades es casi nula la cantidad de mujeres que quieren dar a sus hijos en adopción, pero que “después vemos que (un niño) nació en esa maternidad y nos encontramos con una apropiación”. Asimismo, denunció que las adopciones ilegales vulneran el derecho a la identidad del niño porque “se borra el dato biológico”.
Por su parte, el juez de familia Alejandro Siderio señaló que el 75 por ciento de los niños que son adoptados en el país “se mueven en circuitos ilegales”. Además, Siderio sostuvo que los juzgados necesitan equipos transdisciplinarios compuestos por profesionales especializados para poder intervenir en los procesos de adopción y que el Estado debe realizar un seguimiento que “no se termina con la partida de nacimiento”.
Fernanda Mattera, coordinadora del Equipo Técnico Infanto Juvenil del MPT, destacó la necesidad de respetar el derecho de los niños a ser escuchados durante el proceso de adopción. Según Mattera, se debe evaluar “el desarrollo madurativo, emocional y cognitivo (del niño) para saber qué estilo parental necesita” y tener en cuenta que la institucionalización puede traer aparejadas “patologías complejas”. En el caso de quienes pretenden adoptar, la funcionaria del MPT aseguró que para evaluar la aptitud parental no basta con una entrevista. “Necesitamos equipos especializados que apliquen técnicas proyectivas y otras herramientas especiales”, detalló.
“Cuando se habla de las largas esperas de los adultos, el único pensamiento que tenemos nosotros son las largas esperas de los niños –afirmó Bendel– La adopción no es el método de darle hijos a los adultos. Tienen que comprender que lo que ellos van a ahijar es una persona con necesidades, dificultades y una historia y que deben estar a la altura de las circunstancias porque lo que está haciendo es garantizar el derecho del niño a tener una familia”.
Informe: Ludmila Ferrer.