Empresas y millonarios prometieron donaciones para reconstruir la catedral de Notre Dame de París, destruida parcialmente por un incendio, las cuales sumaban al menos 800 millones de euros el martes.
Entre las donaciones anunciadas por grandes fortunas francesas destacó la de la familia de Bernard Arnault, propietario del grupo de productos de lujo LVMH, que prometió 200 millones de euros. Además propuso que su empresa ponga a disposición “sus equipos creativos, arquitectónicos y financieros”.
La familia Bettencourt, heredera de L’Oréal, anunció una donación de 200 millones de euros.
Por su parte, la familia de François Pinault, propietario del grupo Kering, que comercializa marcas como Gucci o Yves Saint Laurent, anunció 100 millones de euros a través de su compañía de inversiones Artemis. A través del grupo empresario familiar, el gigante francés de la publicidad JCDecaux se comprometió a donar 20 millones de euros. Martin Bouygues, propietario del grupo Bouygues, y su hermano Olivier dijeron estar “muy afectados” y harán una donación “a título personal” de diez millones de euros a través de su holding familiar, SCDM.
El millonario Marc Ladreit de Lacharrière, que controla la compañías de inversiones Fimalac, prometió también diez millones de euros “para la restauración de la aguja, símbolo de la catedral” que se derrumbó por el incendio.
El presidente de la petrolera francesa Total anunció que el grupo haría un “donativo especial” de cien millones de euros. A través de su fundación, el banco Crédit Agricole anunció una donación, cinco millones de euros, destinados a las medidas de salvaguardia de urgencia de la catedral. El banco BNP Paribas anunció una donación de 20 millones de euros y el grupo informático Capgemini anunció un millón de euros. Otras compañías, como Groupama, anunciaron una donación de 1300 robles de sus bosques en Normandía para reconstruir el techo de la catedral y Air France dijo que “transportará gratuitamente a todos los responsables de la reconstrucción”.