La dictadura secuestró en 1977 a su hijo, Oscar Lautaro Hueravilo y a su esposa, Mirta Alonso, embarazada. El hijo del matrimonio nació en la ESMA y fue abandonado en la Casa Cuna, con un cartel con su nombre. Tenía también la marca en la oreja que le había hecho su madre. Su caso fue usado por la defensa del almirante Emilio Massera para intentar de demostrar que no había habido un plan sistemático de apropiación de bebés durante el terrorismo de Estado.
El secuestro del matrimonio se produjo el 19 de mayo de 1977. Hueravilo y Alonso militaban en el Partido Comunista, una actividad que Hueravilo heredó de sus padres, Eliana y Oscar Eusebio. Oscar Lautaro Hueravilo fue secuestrado en Santa Fe y Fitz Roy y luego fueron a buscar a Alonso a su domicilio con el argumento de que él había sufrido un asalto. Nunca más aparecieron.
Tras la desaparición forzada del matrimonio Oscar Eusebio y Eliana presentaron hábeas corpus y ella se incorporó a Madres de Plaza de Mayo. El 20 de agosto de 1977 el diario La Prensa publicó un edicto que consignaba el abandono de “una criatura de una semana de vida de sexo masculino vestido con un conjunto celeste, una mantilla y una frazada reducida que, como seña particular, presentaba en la oreja derecha una pequeña perforación en el lóbulo, que entre la frazada que cubría el bebé había un papel rectangular de 20 cm de largo por siete de ancho escrito con estilográfica azul con los siguientes datos: Nombre: Emiliano Lautaro Hueravilo: peso 3 kg, largo 46 cm. Nació a las 19 hs. Parto normal con episiotomía. Bebé deprimido, cordón enroscado, vacunación ninguna, alimentación S26”.
El pequeño Emiliano pudo ser recuperado por sus abuelos paternos el 14 de diciembre de 1977. “La primera vez que vi una foto de mi nieto me puse a llorar, era igualito a mi hijo a esa edad. Me hicieron presentar en el hospital a las 8 de la mañana”, contó Eliana a este diario en 1998. El caso tuvo visibilidad por el testimonio de los Hueravilo en la película documental La república perdida 2, estrenada en 1986. “De mi madre sé que me tuvo al lado suyo durante 22 días, que me amamantó y que me hizo una marca en la oreja para reconocerme cuando saliera”, contó un Emiliano ya veinteañero y militante de HIJOS.
Cuando, tras el indulto menemista, Massera volvió a Tribunales por la causa del robo de bebés, su defensa esgrimió que el caso Hueravilo era la prueba de que no había habido un plan sistemático de apropiación. Algo que la familia Hueravilo negó, al denunciar que Oscar Lautaro y Mirta desaparecieron en la ESMA, donde se produjo el parto. “Yo no fui ‘restituido’ por las Fuerzas Armadas. Yo fui ‘recuperado’ por la lucha de la gente de derechos humanos, y por la abogada y mis abuelos”, dijo en el mismo reportaje el joven Hueravilo.
El cuerpo de Eliana fue velado en La Plata.