El presidente de Indonesia, Joko Widodo, se perfila como el claro ganador de las elecciones celebradas hoy en Indonesia, en las que aspira a la reelección frente el exgeneral Prabowo Subianto, y cuyos resultados oficiales serán publicados en mayo. Los comicios no dieron lugar a la sorpresa y el presidente lograría el 54 por ciento de los votos, mientras que Prabowo habría conseguido el 45, según la media de varias proyecciones realizadas sobre muestreos de votos.
A pesar de su clara ventaja y la demostrada fiabilidad del sistema, Jokowi- como se conoce popularmente al presidente- fue fiel a su imagen moderada y conciliadora y pidió a los ciudadanos “unidad” y esperar a los resultados oficiales de la Comisión Electoral. Sin embargo, el probable perdedor, un exmilitar de perfil autoritario y políticas nacionalistas, aseguró a las pocas horas del cierre de colegios electorales que sondeos propios le dan la victoria y acusó de parcialidad a algunas empresas de sondeos. Prabowo ya recurrió las anteriores elecciones frente al Tribunal Constitucional, que rechazó la demanda, y este año ha denunciado irregularidades en las listas electorales y amenazado con acudir a la Justicia si no se resuelven.
Más de 192 millones de indonesios estaban llamados a votar en los comicios entre el presidente, que representa la continuidad de políticas sociales y tiene un perfil negociador, y el proteccionismo y nacionalismo del exmilitar Prabowo. La economía ha centrado el debate electoral, en el que Jokowi ha reivindicado sus proyectos de desarrollo en el país mientras que Prabowo ha prometido frenar las importaciones y detener el expolio de los recursos nacionales a manos de empresas extranjeras.
Ambos candidatos han defendido durante la campaña su credencial islámica en el país con mayor población musulmana del mundo, con el 88 por ciento de sus más de 265 millones de habitantes, que ha visto un aumento de la influencia de los islamistas en los últimos años.
Jokowi escogió como a su segundo a un septuagenario clérigo musulmán y presidente del Consejo de Ulemas de Indonesia, Maruf Amin, mientras que Prabowo se alió con los grupos islamistas a los que llegó a prometer avances en la implementación de la ley “sharía” en el archipiélago.
Si la Comisión Electoral confirma la victoria de Jokowi, algunos analistas esperan que tenga más libertad a la hora de realizar reformas al no tener aspiraciones electorales como ocurrió durante su primera legislatura, que le han obligado a negociar con agrupaciones islámicas, militares y partidos. Un total de 16 partidos políticos son representados a nivel nacional, diez de los cuales apoyan a Jokowi, mientras que otros cinco forman coalición con Prabowo. Jokowi forma parte del Partido Democrático de Indonesia por la Lucha, que tiene 109 de los 560 escaños actuales del Parlamento.