“Nos empezamos a encontrar, a juntar entre nosotras. Y nos dimos cuenta de que a todas nos estaba pasando más o menos lo mismo, sólo que lo vivíamos en solitario”, se escucha entre los relatos del surgimiento de esta notable movida en Santiago del Estero. Ese juntarse, reconocerse como primer paso para identificar que lo que se creía personal es necesariamente colectivo, atraviesa los movimientos de mujeres que están signando estos tiempos. Lo que pasó acá ocurrió entre mujeres músicas, en esta provincia del Noa. Y se está replicando en todo el país. Cobrará cuerpo entre mañana y el domingo en el segundo Encuentro Nacional de Música de Mujeres, todo un acontecimiento para la región del que participarán desde reconocidas artistas (Teresa Parodi, entre otras) hasta las nuevas exponentes de diferentes géneros. Antes, hoy desde las 15, el Instituto Nacional de la Música (Inamu) se sumará con su tercer Foro de Mujeres en la Música, otra iniciativa que, a lo largo de todo el país, está fortaleciendo esta manera que se impone para ser mujer y hacer música: organizadamente.
Lo de organizarse es algo que las músicas santiagueñas tienen, por cierto, muy claro: ellas son de las primeras en el país en comenzar a aglutinarse como mujeres que hacen música, y en 2017 consiguieron lo que es toda una proeza burocrática y de gestión colectiva: constituirse como asociación civil, con personería jurídica propia. Tampoco es casual que entre las primeras promotoras de la iniciativa estén, entre otras, las integrantes de Las Mullieris, un grupo de cuatro mujeres que por estos días está cumpliendo trece años, con una destacada y sostenida carrera en la que abordan, de manera muy personal y con arreglos vocales que son su marca, un repertorio latinoamericano.
“Las que venimos transitando un tiempo en los escenarios veníamos viviendo un montón de situaciones que nos afectaban, pero pensábamos que eran cosas nuestras, hasta que empezamos a juntarnos y a darnos cuenta de que esto nos atravesaba a todas”, repasa Carolina Haick, una de las Mullieris, también presidenta de la asociación. Entre esas situaciones está la falta de espacios para tocar, pero también de visibilidad cuando logran tocar: es común que las mujeres no figuren en las carteleras o los anuncios de los festivales en los que son programadas, por ejemplo. Quedarían, podría decirse, como parte del “relleno”, eso que se engloba en el “otros” o en los etcéteras. Aparece también el detrás de escena, el mundo de los técnicos, como un mundo excluyentemente masculino, y Haick comenta que en Santiago, por ejemplo, no hay una sola técnica mujer. “También identificamos ciertas situaciones de violencia detrás de los escenarios, paternalismo por parte de los técnicos, o que nos ignores como músicas mujeres. Con Mullieris nos gestionamos solas, somos nuestras propias productoras. Y a la hora de esa gestión, muchas veces están como esperando un hombre con quien hablar. Y se encuentran con que no hay una figura masculina que nos legitime”, comenta la música.
A partir de ese “juntarse” y “reconocerse” surgieron varias líneas de acción, que involucran a toda la región. Una, que ya está “sonando”, apunta a la generación de un circuito de propuestas musicales: si una mujer de Córdoba no conoce lo que compone otra de Tucumán, difícilmente podrá interpretar sus canciones. Pero resulta que las hay, en calidad y cantidad. Otra se plasmó el año pasado en un primer Encuentro Nacional de Música de Mujeres que, cuentan las organizadoras, superó todas las expectativas. Este segundo encuentro -para el que cuentan con el apoyo de la provincia y del municipio, además del del Inamu-recibirá los movimientos que a su vez se fueron gestando en este tiempo en las diferentes provincias: Mujeres por el Arte en Tucumán, Mujeres Unidas de Jujuy, Margaritas de Catamarca, también de Salta. Una red que comienza a tejerse y que apunta a transformarse, algún día, en un corredor cultural.
Debates y talleres como los que dará Lilián Saba, presentaciones de libros, de documentales, una conferencia inaugural de Teresa Parodi, formarán parte de las actividades entre el centro de convenciones de Forum y las instalaciones del Concejo Deliberante de Santiago. También conciertos, claro está: Parodi, Mariana Baraj, Soema Montenegro, la tanguera de Santiago del Estero Cielo Duarte, Las Histéricas, también de Santiago, que hacen música latinoamericana con temática feminista, Las Musicletas de Tucumán (siete chicas al rtimo de la cumbia), las compositoras de Mujer Trova, la nutrida agrupación de mujeres Tipas, de una pequeña localidad de Catamarca, Pomán; la banda cordobesa Alma Nómade, Belén Parma de Catamarca, Cristina Paredes de Jujuy, entre muchas otras, formarán parte del festival que podrá disfrutarse en los jardines de la Plaza Añoranza, muy cerquita del Río Dulce.
A toda esta movida se suma el Inamu, con su Foro de Mujeres en la Música, el día de hoy; también con talleres de capacitación y en las mesas debate durante el encuentro. “Organizamos un foro por región, y para cada uno buscamos a las socias perfectas: las mujeres organizadas”, define Paula Rivera, vicepresidenta del Inamu y quien se ha puesto al hombro la agenda de género dentro de la institución. Así ocurrió ya en Bariloche, con el encuentro Mujeres a la Patagonia, y en Mendoza con el Fem Festival. “En cada uno vamos invitando a las que denominamos ‘mujeres nodo’ del resto del país, que no se repiten de foro a foro y que llevan sus experiencias regionales para poner en común durante una hora. Luego, durante dos horas trabajan y elaboran proyectos con propuestas y conclusiones, y en la cuarta hora de trabajo el Inamu intenta dar respuesta a cada una de esas propuestas, para pensar acciones en el corto, mediano o largo plazo. Puede ser una campaña de difusión, que comencemos a contratar trabajadoras mujeres, o que brindemos determinadas capacitaciones, como ya surgió. Todas apuntan al mejoramiento de la posibilidad de hacer música como mujeres en la Argentina”, detalla la experiencia. Que, por cierto, está muy organizada.