Con más de una hora de retraso por problemas en un vuelo que debía tomar desde Guayaquil hacia Quito y un cambio de avión, Atlético de Tucumán –sin su utilería y con ropa y botines prestados por el seleccionado argentino Sub 20 que se encuentra en esa ciudad disputando el Campeonato Sudamericano–, salió a afrontar su revancha con El Nacional por la Copa Libertadores (2-2 en el partido de ida). Si bien en un principio los dirigentes del club ecuatoriano sólo parecían dispuestos a esperar a los visitantes los 45 minutos que estipula el reglamento, luego aceptaron jugar igual el encuentro (bajo protesta), que finalmente comenzó a las 22.40, sobre el cierra de esta edición.