El presidente Mauricio Macri viajó ayer a Brasil, donde se reunió con el mandatario brasileño Michel Temer, con quien acordó avanzar en acuerdos comerciales con el vecino país (ver página 6). “Tenemos que ser aliados en todos los sentidos”, aseguró Macri a la par de su socio regional. El mandatario argentino luego se reunió con autoridades del Parlamento y con la presidenta del Supremo Tribunal Federal. A esta última, el líder del PRO le pidió la lista de todos los involucrados en la principal causa de corrupción de Brasil, el Lava Jato. “Para nosotros es importante saber cuánto antes quienes son en la Argentina los que están involucrados en el Lava Jato”, aseguró el Presidente, con la clara intención de apuntarle al kirchnerismo. Un nombre ya lo tiene: el jefe de la AFI, Gustavo Arribas, quedó vinculado a un pago de uno de los involucrados en ese escándalo de corrupción. No obstante, Macri lo mantuvo en el cargo.

Macri había acordado la visita a Brasilia con Temer cuando el presidente brasileño estuvo en Buenos Aires, en medio de protestas que lo acusaban de golpista y le exigían que renunciara. El líder del PRO es hoy uno de los principales aliados regionales de Temer, por no decir uno de los pocos: de hecho, es la primera visita de Estado que recibe en nueve meses Temer, jaqueado por el escándalo de corrupción de la constructora Odebrecht. Quizás por eso, Macri fue recibido ayer por la mañana con toda la pompa en el Palacio de Planalto, donde compartió una reunión bilateral con Temer y luego una almuerzo en el Palacio de Itamaraty.

Tras el encuentro, los presidentes dieron una conferencia de prensa en la que no respondieron preguntas. Allí indicaron que ambos países avanzarán en eliminar barreras internas del Mercosur y buscarán tratados de libre comercio con otros países y bloques regionales, como la Unión Europea.

Macri abogó porque los países busquen “oportunidades que generen trabajo y ayuden a reducir la pobreza, que es nuestro principal desafío”. “Espero que, por fin, entendamos que somos socios y tenemos mucho por compartir, intercambiar y la rivalidad la dejemos para el deporte, especialmente para el fútbol”, bromeó el presidente.

Ambos presidentes se mostraron de acuerdo en fortalecer la lucha conjunta contra el narcotráfico y el crimen organizado. Firmaron acuerdos de defensa civil para ayudar a las poblaciones fronterizas en emergencia, y otros que buscan “intensificar las inversiones y las oportunidades de negocios”.

Con respecto al comercio entre los países, los dos presidentes firmaron una carta dirigida al titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Moreno, en la que le solicitan asistencia para establecer normas técnicas sanitarias y fitosanitarias. La Argentina busca poder exportar la producción de frutas a Brasil. Incluso se conversó la posibilidad de crear una futura agencia binacional. “Coincidimos en promover la eliminación de obstáculos para el comercio que persisten en el espacio”, sostuvo Temer.

En tanto, ambos presidentes consideraron los tropiezos que tuvieron al intentar un tratado de libre comercio con la Unión Europea. “Creo que tenemos que sintonizar esto y armar los mejores equipos para ir a negociar con países que no han sido receptivos hasta el momento e ir en línea con incorporar nuevos mercados”, sostuvo Macri. 

Pese al viraje de Estados Unidos con Donald Trump, Macri estimó que hay que seguir avanzando hacia la Alianza del Pacífico y pronosticó que México se volverá hacia el sur. “Hoy tenemos que dar señales claras al mundo de que el Mercosur cobra nuevo ímpetu”, sostuvo el mandatario, que luego de impulsar la expulsión de Venezuela del bloque se quedó con la presidencia pro témpore del bloque.”Avanzamos no sólo en lo que se habla reiteradamente del acuerdo Mercosur-Unión Europea, sino también en una integración cada vez mayor en Latinoamérica, América del Sur, México en particular, para hacer una relación más próxima entre el Mercosur y la Alianza para el Pacífico”, advirtió Temer. “En el momento en que cobran fuerzas las tendencias de desunión y proteccionismo, Brasil y Argentina responden con más diálogo y comercio y con una única voz”, sostuvo el presidente brasileño, quien le entregó a Macri la Orden Nacional del Crucero del Sur.

Macri luego tuvo un encuentro con los titulares del Senado, Eunício Oliveira, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y por último tuvo una audiencia con la presidente del Supremo Tribunal Federal, Carmen Antunes Rocha. A ella el presidente le pidió los nombres de los argentinos involucrados en el Lava Jato. En rigor, debería presentar un exhorto para solicitar esa información. 

“Para nosotros lo más importante es saber cuanto antes quiénes son en la Argentina los que están involucrados en la Lava Jato. Estamos atentos a recibir toda la información del caso y sumarnos a este proceso de  transparencia que ocurre en América latina”, afirmó Macri. No obstante, cuando se conoció el nombre de Gustavo Arribas el mandatario no se mostró tan dispuesto a obtener más información. Meramente, dijo que se trataba de la venta de un departamento (que había sido pagado mediante una transferencia a una cuenta en Suiza). Arribas luego cambió su versión y dejó offside al Presidente: de un inmueble pasó a ser el pago por los muebles.


De terror para la industria

Por Cristian Carrillo