PáginaI12 En Colombia
Desde Bogotá
En Quito, Ecuador, fue instalada ayer la Mesa de Diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) cuyo inicio se había visto frustrado el pasado mes de octubre pues el civil Odín Sánchez seguía secuestrado por esa guerrilla. Hace unos días, no solo Sánchez sino un soldado retenido en la provincia de Arauca fronteriza con Venezuela fue también puesto en libertad y entregado al Comité Internacional de la Cruz Roja.
“La paz es para todos los colombianos; es la paz de la región, y una luz de esperanza para el resto de la humanidad”, dijo en el concurrido evento en la capital ecuatoriana Juan Camilo Restrepo, jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano. “Por fortuna, hoy en Colombia estamos intentando desarrollar una salida política al conflicto”, dijo entre tanto alias Pablo Beltrán, el comandante y máximo líder negociador del ELN.
Todo ello da mientras la guerrilla de las Farc, la más grande del país con unos 7 mil hombres y mujeres en armas, termina su última marcha guerrillera hacia los lugares donde se concentrarán por seis meses hasta culminar la dejación de armas. El ELN por su parte cuenta con unos 2.000 combatientes y suma 53 años en armas en los que ha dejado víctimas de secuestro, homicidio y amenaza a lo largo de su accionar armado.
Como parte de los acuerdos previos para a la instalación de la Mesa de Diálogos de Paz con el ELN en días previos el Gobierno indultó a dos guerrilleros presos de esa agrupación.
“La paz de Colombia es la paz de nuestra américa”, dijo el canciller ecuatoriano por su parte. “El anhelo del pueblo colombiano es que podamos llegar a acuerdos de paz también con el ELN” recalcó Restrepo, jefe negociador del gobierno nombrado desde el año pasado cuando la agenda de estos diálogos fue divulgada en marzo. Las conversaciones con los “elenos” como se les conoce popularmente a estos guerrilleros tratarán sobre seis puntos: Participación de la sociedad en la construcción de la paz, Democracia para la paz, Transformaciones para la paz, Víctimas y Fin del conflicto armado e implementación.
“Una paz donde la política se pueda hacer sin armas” versaba el Comisionado de Paz anhelando que con esta guerrilla no haya más víctimas y que los diálogos se realicen “respetando la Constitución y leyes de Colombia (…) Que esta paz haga más equitativa y progresista la sociedad colombiana. Que se respeten cada vez más los derechos humanos, a las minorías”, concluyó el jefe.
Los diálogos exploratorios con el ELN se iniciaron en enero de 2014 y habiendo concluido en marzo, dieron paso a la Mesa que inició ayer. La sociedad civil colombiana está esperanzada en que con estos diálogos se de la “paz completa” y que la participación sea amplia en esta ocasión. Que desde todas las regiones de la patria confluyan voces y esfuerzos para hacer cambiar a Colombia, aseguró el comandante Beltrán.
Fueron cuatro años de ires y venires entre la segunda guerrilla de Colombia y el gobierno de Juan Manuel Santos. Los países que acompañaron y facilitaron los acercamientos y seguirán en este Proceso de Paz son Ecuador, Chile, Brasil, Noruega, Venezuela y Cuba. El escollo para dar inicio a los renombrados diálogos es que esa guerrilla no dejó la práctica del secuestro a civiles y retención de militares. Por su parte, los “elenos” pedían el cese al fuego de ambas partes para iniciar formalmente la discusión de la agenda de cinco puntos.
De acuerdo con analistas, el ELN es una guerrilla aún más radical que el ELN y estarían cerrados en diversos puntos de la agenda como el tema ambiental y minero energético. El asunto que marcó el punto de giro es el del modelo económico, pues gobierno siempre aseguró que este no se tocaba en las conversaciones con Farc ni con otra insurgencia, pero el Ejército de Liberación Nacional insistió en que en este modelo están las bases de la confrontación armada necesarias de transformar para transcender a un país en paz.
Algunas de las dificultades que podría tener este nuevo Diálogo son, según el analista Frederic Masse consultado por Semana, es que el ELN es más fundamentalista que las Farc y quiere cambios mucho más profundos. Según Masse, este ELN se está presentando en la mesa como un mediador entre la sociedad civil y las clases populares y el gobierno, en vez de como una guerrilla que también tiene responsabilidades en el conflicto. Tales son la incorporación de menores de edad en su ejército, la retención de personas y la utilización de minas antipersonal.
“Asistimos a estas conversaciones con la convicción que debemos cambiar lo que haya que cambiar con tal que se abran las puertas a una democratización del país que brinde a Colombia una vida digna”, según aseguró Pablo Beltrán jefe negociador de los rebeldes acompañado por una amplia comitiva. El jefe por gobierno concluyó diciendo que este Ejército debe tener la madurez para incorporar del acuerdo con farc lo que convenga necesario.