El juez federal Rodolfo Canicoba Corral firmó ayer un exhorto destinado a Suiza y otro a Brasil en busca de información sensible para el avance de la causa en la que se investiga al jefe de la AFI, Gustavo Arribas, por el supuesto cobro de coimas a cambio de favorecer los negocios de la constructora brasileña Odebrecth en Argentina. A través del pedido dirigido a Suiza, el juez espera conocer los movimientos de la cuenta bancaria que Arribas tiene en ese país y en la cual habrían sido depositados los 600 mil dólares de la coima que dijo haber pagado el operador “arrepentido” Leonardo Meirelles. El juez solicitó también acceder al contenido completo de esa declaración, que Meirelles realizó en el marco de la megacausa de corrupción Lava Jato y que está en manos de la Justicia brasileña. Mientras la causa se mueve, Arribas recibió ayer un nuevo respaldo del Presidente, quien desde Brasil dijo estar “tranquilo” porque, según él, el jefe de los espías “no tiene relación con Odebrecht”.
El pedido a la Justicia brasileña dictado por el juez se chocará con un escollo de origen: las declaraciones de todos los arrepentidos involucrados en el Lava Jato, entre ellas las de Meirelles, fueron realizadas bajo una cláusula de confidencialidad que dura seis meses. Lo más probable es que la respuesta que reciba el juez es que hay que esperar. En ese marco, resulta extraño que Canicoba haya rechazado ayer, en paralelo, el planteo del fiscal Federico Delgado para que Meirelles declarara directamente ante la Justicia argentina, vía videoconferencia.
Hasta ahora, de lo confesado por el operador se conoce que realizó cinco transferencias a una cuenta bancaria en Suiza por 600 mil dólares entre el 25 y el 27 de septiembre de 2013, y que esas cuentas aparecieron vinculadas a Arribas a través de distintos documentos revelados por la prensa. El jefe de la AFI reconoció en un principio que la cuenta era suya, pero dijo haber recibido una sola de las cinco transferencias, de 70 mil dólares, por la venta de un inmueble en Brasil. Eso mismo aseguró el presidente Mauricio Macri al defenderlo. La semana pasada, sin embargo, Arribas cambió la versión sobre el origen de los fondos. Ante los legisladores la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia, dijo que la plata la recibió por la venta de los muebles, “mesas, sillas, cuadros”, y no de la casa. No pudo presentar ese día ninguno de los “papeles” que según sus abogados y según la versión avalada por el Presidente, probaban su inocencia.
Los movimientos de la cuenta en Suiza, entonces, serán claves para el avance de la causa. Al comparecer en el Congreso, Arribas reafirmó que tiene un mail de una operadora del Credit Suisse en la que figura el depósito de 70 mil dólares y que se lo presentó oportunamente al juez federal Ariel Lijo, quien estaba a cargo de la causa en suplencia de Canicoba Corral, por entonces de vacaciones. Pese a que el escándalo creció públicamente, el ex representante de jugadores de fútbol todavía no hizo público ese mail ni se lo mostró a los legisladores que lo interpelaron.
El papel que sí presentó el jefe de los espías, después de haberse presentado en el Congreso, fue la escritura de la venta de la casa en San Pablo. En las copias figura como comprador del inmueble la empresa brasileña Orion Brasil Construcciones y Emprendimientos Inmobiliarios LTD-EPP. La transacción fue por 1,5 millón de reales, poco más de 600 mil dólares en ese año, una cifra similar a la que Meirelles dijo ante la Justicia brasileña que destinó al pago de sobornos en Argentina para facilitar los negocios de Odebrecht. Las copias de la escritura, sin embargo, mostraron que la escritura estuvo fechada el 18 de diciembre de 2015, dos años más tarde de la entrega del inmueble según el testimonio del propio Arribas.
Arribas también difundió una declaración del ciudadano brasileño Atila Reys Silvade, en la que éste certifica haber comprado por “70.500 dólares” los “muebles” del departamento de San Pablo “el 16 de octubre de 2013”. Pero la declaración fue certificada por un escribano brasileño el 19 de enero de 2017, pocos días después de que estallara el escándalo y mientras el ex representante de jugadores de fútbol se encontraba de vacaciones en Brasil. Ese día, Macri daba su primera conferencia de prensa del año desde Casa Rosada y afirmaba que Arribas presentaría las pruebas absolutorias “cuando regrese de sus vacaciones”.
“Estoy tranquilo, Arribas no tiene relación con Odebrecht y creo en lo que él dijo”, insistió ayer Macri, tras reunirse con Carmen Lucia Antunes, la presidenta del Supremo Tribunal Federal de Brasil, donde tramita la megacausa del Lava Jato. De paso, el Presidente le pidió a Antunes saber “lo antes posible” quiénes son los involucrados argentinos en el escándalo, aunque refiriéndose a funcionarios del gobierno anterior.
Las órdenes de enviar exhortos labradas ayer por Canicoba Corral, en tanto, serán ejecutadas luego de que, el 21 de febrero, declare como testigo el periodista Hugo Alconada Mon, quien publicó la investigación que vinculó a Arribas con Meirelles.