Un rosario de grandes nombres del cine mundial, escasas sorpresas, CASI nula presencia argentina y un nuevo capítulo de la guerra contra Netflix son las primeras las conclusiones del anuncio de ayer de la sección oficial del Festival de Cannes, de cara a su 72 edición, que se llevará a cabo del martes 14 al domingo 25 de mayo.
Tres históricos ganadores del premio mayor del festival vuelven a competir por la Palma de Oro. Los belgas Luc y Jean–Pierre Dardenne, doblemente premiados en el pasado por Rosetta (1999) y El niño (2005), presentan este año Le Jeune Ahmed, cuyo título preanuncia un film sobre el conflictivo tema de la inmigración musulmana en Europa. Otro doble ganador, el británico Ken Loach, Palme d’Or por El viento que acaricia el prado (2006) y Yo, Daniel Blake (2016), va por el triplete con Sorry We Missed You. Y el estadounidense Terrence Malick, bañado en oro por El árbol de la vida (2011), compite ahora con A Hidden Life, sobre un objetor de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial. “Malick estará con nosotros en Cannes, pero no lo busquen porque no lo van a encontrar”, bromeó el delegado general del festival, Thierry Frémaux, en referencia al enigmático cineasta, que se resiste patológicamente a cualquier aparición pública, al punto de que su imagen es casi un misterio.
Otros “abonados”, como los llama irónicamente la prensa francesa por su recurrencia, volverán a participar del concurso oficial. Pedro Almodóvar regresa por sexta vez a Cannes, ahora con Dolor y gloria, ya estrenada en España con críticas ditirámbicas y con la que pretende obtener el único gran premio del cine que todavía se le resiste. El gran cineasta italiano Marco Bellocchio llevará Il traditore, el rumano Corneliu Porumboiu hará lo propio con La gomera, el francés Arnaud Desplechin continúa con Roubaix, une lumière su novela familiar, el enfant terrible canadiense Xavier Dolan presenta Matthias et Maxime y el coreano Bong Joon-Ho vuelve a proponer –después de The Host y Okja– otro extraño incidente con Parasite. Un regreso a tener muy en cuenta es el del excelente director palestino Elia Suleiman, con It Must Be Heaven.
Como ya se había anunciado una semana atrás, Jim Jarmusch tendrá el honor de abrir el festival con The Dead Don’t Die. Esta comedia zombie con un elenco multiestelar –Bill Murray, Chloë Sevigny, Adam Driver, Tilda Swinton y Tom Waits, entre otros– también participa de la competencia por la Palma de Oro que deberá discernir un jurado presidido por el mexicano Alejandro González Iñárritu y cuyos restantes miembros todavía no fueron anunciados.
Habrá cuatro directoras concursando por el premio mayor: la austríaca Jessica Hausner, la senegalesa Matti Diop y las francesas Céline Sciamma y Justine Triet. Una presencia no confirmada pero todavía con chances es la de Quentin Tarantino con Once Upon a Time in Hollywood. Según explicó Frémaux, la película del director de Kill Bill no está terminada y por eso no ha sido incluida en la lista de títulos que se han hecho públicos. Sin embargo, Érase una vez en Hollywood podría sumarse más tarde fuera de competición, si el cineasta consigue terminarla a tiempo. “Lo que alcancé a ver es fantástico”, dijo ayer Frémaux. “Quentin quiere presentarla en una copia en 35mm y ese es un proceso que lleva más tiempo”, explicó el director del festival.
A su vez, en la sección Una Cierta Mirada, que también es competitiva y en cada nueva edición gana en visibilidad y reputación, se pueden encontrar también los nuevos films de cineastas notables, como el francés Bruno Dumont, el catalán Albert Serra y el brasileño Karin Aïnouz. El cine argentino estará presente fuera de concurso en la sección oficial con el documental Que sea ley (ver aparte), de Juan Solanas, y Diego Maradona visitará por segunda vez el festival como protagonista de un nuevo documental sobre su figura, dirigido por el británico Asif Kapadia, once años después del que le dedicó el serbio Emir Kusturica. Faltan anunciar sin embargo las secciones no oficiales Quincena de los Realizadores y Semana de la Crítica, donde hay esperanzas de que el cine argentino se haga presente en la Croisette, al margen del foco que le dedicará la asociación ACID, que reúne a los cineastas independientes de Francia, y que incluirá tres títulos: Breve historia del planeta verde, de Santiago Loza; Las Vegas, de Juan Villegas; y Sangre blanca, de Bárbara Sarasola-Day.
Por segundo año consecutivo, Netflix seguirá estando ausente en esta nueva edición. La plataforma y el festival rompieron relaciones en 2018 cuando Netflix se negó a estrenar en las salas francesas sus films seleccionados en competición. Entre ellos, Roma, de Alfonso Cuarón, que terminó triunfando en la Mostra de Venecia, donde conquistó el León de Oro antes de lanzarse en la carrera de los Oscar. En un primer momento, el delegado general del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, se mostró abierto a encontrar “un común acuerdo” de cara a esta edición, pero finalmente la norma instaurada por el consejo de administración del festival no cambiará. Las películas de Netflix no podrán verse en la Croisette.