“Me percaté de que no quería componer imágenes: quería encontrarlas”, dijo el célebre Ellsworth Kelly en los 90s, considerado ya entonces uno de los pintores abstractos más relevantes del siglo 20, cultor del minimalismo, referente del movimiento Hard Edge, coronado por su afinidad a las formas esencias y los colores puros. Un hombre que rehuía, según propia definición, al culto de la personalidad, algo que logró a través de una obra “que destila orden, quietud, control y austeridad”, conforme sincretiza la crítica especializada, siempre atenta a sus experimentaciones cromáticas. A poco más de tres años de su muerte, el Servicio Postal de los Estados Unidos ha querido agasajar a Kelly, y lo ha hecho como mejor le calza: anunciando próximo lanzamiento de una colección limitada de estampillas que ofician de reproducciones diminutas de algunas de sus más conocidas piezas. “En 2007, su pintura Spectrum VI se vendió por 5,2 millones de dólares en una subasta. A 55 centavos cada uno, ¡estos sellos son una ganga!”, se entusiasma parte del público local, gozoso por poder enviar sus cartas con el detalle de la obra abstracta. Las obras, en honor a la exactitud, pudiendo elegir la versión minúscula de 10 de ellas: White White (1961), Colors for a Large Wall (1951), Blue Red Rocker (1963), South Ferry (1956), Blue Green (1962), Orange Red Relief (1990), entre ellas. Vibrantes pinturas del consagrado señor, que trabajó además como diseñador de patrones de camuflaje para el ejército norteamericano, y que en más de una ocasión se encargó de subrayar que no era “un artista geométrico”: “La geometría es moribunda, y yo quiero placer y alegría para el arte. Mis formas son geométricas, pero no interactúan en un sentido geométrico”. Okay.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.