María Eugenia Bielsa gusta de considerarse una política fuera de molde, aunque eso le cueste reproches en la interna de su partido. Por el contrario, capitaliza ese estilo tan suyo que a veces -medita- se convierte en "un mito urbano". La precandidata peronista a gobernadora por Encuentro por Santa Fe se distingue de su competidor interno, Omar Perotti, y de todas las estructuras del peronismo que se alinearon detrás. Asegura que su construcción privilegia el interés popular y "no los acuerdos de dirigentes". En un tiro por elevación al rafaelino, destaca su coherencia y la de sus candidatos. "Siempre respetamos el mandato de nuestros votantes", en alusión a las leyes de Macri que Perotti acompañó y los disímiles espacios que el senador fue habitando a lo largo de su trayectoria, desde el reutemismo hasta el kirchnerismo. "Según la forma en la que uno llega, después se gobierna", disparó en diálogo con Rosariol12.

--¿Cómo percibe su chance en la interna del PJ?

--Estamos convencidos que este turno electoral el peronismo ganará como fuerza mayoritaria entre los tres sectores en disputa. Y dentro de la interna sentimos que estamos muy bien, según los datos que tenemos, aunque soy cuidadosa con esto porque las elecciones se ganan el día en que se vota. Creemos que estamos bien pero esperamos a que el resultado sea consolidado el domingo próximo. Además, hay todavía un nivel de indecisos que tiene que ver con el momento. Entonces es apresurado llevarse por una encuesta cuando el 16% está definiendo su voto en este momento.

--¿Quien gane traccionará los votos del que pierda?

--Los resultados de las internas suelen ser singulares, los votos son del ciudadano y no se puede asegurar que en las generales los votos se repitan. Trabajaremos para que luego de la interna los votos de Perotti nos acompañen.

--¿Qué diferencia a usted de Perotti como para que el votante decida?

--La manera de construir política. Nosotros creemos en construir de abajo para arriba, no con vocaciones personales sino colectivas. El resultado de la construcción de un espacio es donde surgen las candidaturas. Y la trayectoria de todos los miembros nuestros es una expresión de coherencia, siempre estuvimos en el mismo espacio. Cuando nos eligieron siempre respetamos el mandato del votante. Ejemplo: la primera candidata a diputada provincial, Silvina Frana, que hoy es diputada nacional por el FPV-PJ nunca votó las leyes que el presidente Macri envió al Congreso que pudieran dañar a los argentinos. Hoy esa matriz queda expuesta. A esa coherencia me refiero, porque como uno llega después se gobierna. El candidato con el que vamos a disputar esta interna, en su primer momento al igual que el socialismo acompañó muchas de las leyes que Silvina Frana votó en contra.

--¿Cómo incide en su postulación no contar con el apoyo de Cristina?

--Soy prudente: somos bastante grandes como para responsabilizar a otros de nuestros éxitos o fracasos. No me consta que sea una decisión de la ex presidenta o de los principales dirigentes de Unidad Ciudadana en la provincia y de Omar Perotti. Intepretamos que en muchas oportunidades los dirigentes toman decisiones sin escuchar a sus militantes o adherentes. No es la primera vez que ocurre en el peronismo santafesino. En cambio nos sentimos acompañados por sectores de Unidad Ciudadana como Nuevo Encuentro y por militantes que lo hacen nosotros. La decisión del dirigente no necesariamente tracciona los votos del espacio.

--Muchas estructuras decidieron acordar con Perotti y no con usted: mayoría de sindicatos, buena parte del kirchnerismo detrás de Agustín Rossi, La Cámpora, Frente Renovador...

--Contamos con una representación sindical importantísima, en la lista y en los apoyos, una decena de sindicatos que nos apoya y milita con nosotros. Pretendemos seguir siendo los candidatos de los santafesinos, no de los aparatos ni de las corporaciones. No es que los aparatos sean malos en sí mismos, depende de lo que uno le ponga adentro: si es organización popular, muy bien, si es acuerdo entre dirigentes no representa a la gente. Por otro lado, no hay que mirar la política con la matriz de hace 4 años. La sociedad nos está dando un mensaje, y quienes pretenden representarla sin escucharla, se equivocan. No deben creer que por tener estructura definen. Hay un montón de expresiones sociales que trabajan por reivindicaciones sectoriales que son fuertemente políticas aunque no partidarias, y votan.

"Los resultados de las internas suelen ser singulares. Trabajaremos para que luego de la interna los votos de Perotti nos acompañen".

--¿Es tan difícil acordar con usted para construir un espacio común, como dicen?

--A ver... tan difícil como... me han dicho que mi espacio es disruptivo. Es que preferimos acordar con ciudadanos, con organizaciones empresarias, gremiales, desocupados, la economía informal y no con dirigentes. La política no es para dirigentes, no debe ser la representación de lo que les conviene a ellos sino al ciudadano. La política debe estar articulada con las demandas ciudadanas. Hay una interpelación a la política sobre la forma en la que busca resolver los problemas. Acordamos con parte de la economía popular, Descamisados, pymes, y nos cuesta más acordar con los grandes aparatos, que luego de la elección no los volvemos hasta dentro de 4 años.

--¿Por qué no se logró el frente común con expresiones de oposición como Ciudad Futura y otras?

--Esa fue una oportunidad extraordinaria que si tuviera que expresar algún sinsabor de esta campaña es que todo el 2018 trabajamos con Juan Monteverde y Roberto Sukerman pensando en una interna. Ciudad Futura había tomado la decisión muy compleja de decidir librar una interna dentro del PJ. Y mantuvieron su palabra hasta último momento. Y eso potenciaba las posibilidades de llegar a gobernar Rosario. Esa posibilidad estaba ligada a nuestro espacio. El miércoles a la noche, dos días antes de cerrar listas, Unidad Ciudadana tomó la decisión de apoyar a Omar Perotti, y Roberto Sukerman decidió apoyarlo. Y eso entonces ya no podía concretarse porque Perotti no representaba ese espacio. Lo lamento porque le hubiera dado mucha creatividad y empuje a esta propuesta para Rosario. Era una carta de triunfo, pero si Sukerman no hubiera definido esa adhesión se podría haber concretado. Lo intentamos pero no se dio. Yo valoro mucho lo que Ciudad Futura le está agregando a la política.

--¿Por qué entonces no tomó la candidatura de Monteverde como propia?

--Porque yo no podía tener un candidato de un partido fuera del frente PJ que es donde yo estoy. Se lo expliqué a Juan. Y esto sucedió un día antes, sin darnos tiempo a articular otra estrategia. Hubiera sido una interna que hubiera llevado cierta frescura adentro del PJ.

--¿Por lo tanto a qué precandidato a intendente votará?

--No lo se porque estoy hay que esperar después de la interna cuáles son los resultados. Veremos la oferta que finalmente tendremos.

--¿Le han reprochado en su partido un personalismo excesivo?

--Es que no estamos dispuestos a resignar valores. Si la política solo le sirve a los políticos, su sentido se esteriliza. Eso es lo que algunos políticos quizás me reprochen. Pero esto es una construcción colectiva, no es personalista, nos acompañamos entre todos, en todos los lugares donde tenemos listas. En realidad yo veo incomodidad para explicar algunos acuerdos fuera de nuestro grupo. Acá hay coherencia, conducta y trayectoria. A veces se crean esos mitos urbanos sobre las personalidades. Es probable que yo no encaje en la matriz de la política tradicional.

--Un tema que ustedes refieren mucho es la producción y por el que critican al gobierno provincial. ¿Cómo se hace para promoverla sin sufrir el contexto de la economía nacional y un gobierno central de un partido distinto?

--Obvio que cuando el contexto acompaña todo es más sencillo, pero a nosotros nos tocó gobernar entre 2003 y 2007. Esto es un homenaje a la memoria de Jorge Obeid, pero era un momento complejo también, la salida del 1 a 1...

--Pero el gobierno nacional era del mismo signo político y el contexto económico internacional era favorable.

--Sí, pero además era un gobierno nacional que entendía la producción y la generación de empleo. Con los recursos de Santa Fe pudimos implementar políticas contracíclicas, Obeid se comprometió a no aumentar los servicios por cuatro años y lo cumplió, le dieron crédito a tasa subsidiada a las pymes, se creó una sociedad de garantía recíproca. Ayer un empresario en el Parque Industrial de Alvear me decía que pudo comprar maquinarias gracias a que en el gobierno de Obeid existía esa sociedad, ese respaldo del Estado, pasamos de 22 a 52 parques industriales, y se hicieron las obras prioritarias para el desarrollo y la generación de empleo. Hay obras muy faraónicas pero que no son lo que la provincia requiere. El otro día la intendenta dijo "ahora vamos a poder hacer el Puerto de la Música". Creo que en este momento del más alto índice de desocupación en el conurbano rosarino, las obras son las que den prioridad a la generación de empleo. Mantener los caminos rurales, obras hídricas para recuperar territorios hoy improductivos, apoyar I+D, las empresas santafesinas van muy por delante del Estado. Hay que escuchar lo que las pymes requieren y que el Estado vaya delante de las empresas, no detrás.

--El otro tema recurrente en la campaña es la seguridad pública...

--Venimos hablando de seguridad, narcotrafico, prevención de consumos a diario, pero hoy no es adecuado hablar de eso, sería una especulación. Hay mucho dolor en las familias de las dos personas que han muerto, en el ámbito de los taxistas hubo una conmoción. Es malo hacer política en un momento como este, sobre todo porque alguna vez nos tocó la muerte de un taxista cuando todavía no era tan común asesinatos todos los días en Rosario. Hoy no es el día para hablar de eso. (N.de R.: El reportaje se hizo este viernes, jornada que sumó cuatro asesinatos en Rosario, en barrios Ludueña, Alvear, San Francisquito y centro).

--Si llega a ser gobernadora, ¿considera necesario investigar la gestión de los últimos doce años?

--No lo pensé, pero cuando el entonces gobernador Binner llegó a la gestión, hizo una auditoría de corte y no arrojó ninguna irregularidad. Si detectáramos que debemos dar cuenta en qué estado recibimos el gobierno, se hará. Es una buena práctica la auditoría de corte y también tener un organismo extra poder que nos controle todo el tiempo durante la gestión, no cuando nos vamos.