Se hicieron dos abrazos al Cenard, se presentó una muestra del artista plástico Ricardo Fernández en la Ex Esma, y ahora se concretará una concentración con la consigna “Resistiendo a las topadoras”, el martes que viene desde las 18.30 en la esquina de Avenida del Libertador y Miguel Sánchez. Todas estas actividades se proponen concientizar al pueblo sobre las intenciones del gobierno nacional de destruir el Cenard, la escuela Media N°3 y el Instituto Romero Brest, como ya fue anunciado.

Las topadoras de Macri arrasarían con una inversión pública cercana a los 100 millones de dólares, cifra que surge de sumar los edificios construidos, la iluminación y las obras deportivas, del Cenard y el Instituto Romero Brest.

El número exacto de lo invertido en el Cenard es 73.400 millones de dólares. Es bueno recordar que se hicieron pistas de atletismo, canchas de hockey. Un estadio con piscina olímpica, y de saltos ornamentales, un estadio de pelota, un estadio polideportivo, un patinódromo, canchas de tenis, gimnasios de pesas, boxeo, taekwondo, karate, yudo, gimnasia artística, cancha de fútbol para ciegos, canchas de tenis, hoteles para deportistas, una escuela secundaria, un comedor, un teatro, oficinas, un centro de información deportiva y un playón.

Todo con la intención de que personas de diferentes clases sociales, pudieran tener acceso a centros de excelencia como los que existen hoy en ese lugar.

Frente a este panorama vale preguntarse: ¿Es lógico, estratégico y justo que para hacer un negocio inmobiliario, que beneficie a un grupo de empresas que le venderán a 200 familias departamentos con vista al río, destruir todo lo que hemos contribuido a construir para miles y miles de personas? Una topadora bajo la orden de Mauricio Macri va a intentar destruir, lo que nos llevó décadas levantar. Hay que frenar la topadora y prontamente cambiar al conductor.