El teatro argentino perdió ayer a uno de sus más lúcidos referentes, el dramaturgo Eduardo Rovner, quien falleció a los 76 años producto de un ACV. Todo el arco teatral lamentaba la partida de “uno de los más activos autores del teatro nacional contemporáneo”, tal como lo definió el empresario Carlos Rottemberg, quien dio a conocer la noticia por redes sociales. Había sido director del Teatro San Martín y también uno de los autores más prolíficos de la escena local, con más de cincuenta obras escritas y dirigidas, la mayoría de las cuales publicó. Personalidad destacada de la cultura por la Legislatura Porteña, era también ingeniero electrónico, psicólogo social y violinista, además de un activo gestor cultural. Fue reconocido a nivel internacional, llegando a estrenar hasta veinte espectáculos en simultáneo en el exterior.
“Trabajo a partir de imágenes, no de ideas. Son imágenes que me conmueven y que sigo hasta descubrir la obra que quiero escribir”, contó una vez el dramaturgo, autor de piezas clave como Volvió una noche, Noche de ronda, Cuarteto, Compañía y Lejana tierra mía, entre muchas obras. Se jactaba de no haberse atado “a ningún estilo”, y de haber recorrido diversas narrativas. “Tengo una personalidad que tiene muchos aspectos. Será por eso que puedo abarcar géneros tan diferentes: escribí algunas de tema histórico, muchas comedias dramáticas y hasta ópera y obras para títeres y ballet”, dijo una vez a PáginaI12 sobre la versatilidad que lo hizo ganarse el reconocimiento de cientos de directores que elegían sus textos para poner en escena. La confianza con ellos era recíprioca: “Si creo en un director lo dejo que haga mis obras sin ir siquiera a ver un ensayo”, afirmaba.
Además de su obra dramática, Rovner se desempeñó muchos años como gestor cultural, llegando a ocupar altos cargos de decisión en el ámbito de la cultura. Además de dirigir el San Martín (entre 1991 y 1994), fue Director del Plan Estratégico de Cultura de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Vicepresidente del Congreso Internacional de Teatro Iberoamericano y Argentino organizado por la Universidad de Buenos Aires, e integrante del Consejo de Cultura de la Nación. Además fue fundador y vicepresidente de la Fundación Carlos Somigliana y miembro de la Comisión Directiva de Teatro Abierto. Sus restos serán velados en Avda. Dorrego 626, CABA, desde la medianoche hasta las 11 de la mañana.