El Papa Francisco, el ex presidente Eduardo Duhalde y el actual presidente Mauricio son mencionados en el flamante libro de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se presentará el 9 de mayo en la Feria del Libro. En el texto, la actual senadora devela la trastienda de la alianza electoral con Duhalde para enfrentar a Carlos Menem en las elecciones presidenciales en 2003. También define a Macri como un "caos" y evalúa por qué fracasó el PRO. Sobre el papa Francisco, comparte los detalles de charlas que mantuvieron y analiza la reacción de la oposición a su llegada al Vaticano.
De acuerdo al libro “Sinceramente” de CFK, fue Máximo el que inclinó la balanza a favor de cerrar el acuerdo con Duhalde para la candidatura de Néstor Kirchner. “Yo no quería; insistía en que era una losa que no íbamos a poder levantar. Sin embargo, Néstor estaba convencido de que era una alianza necesaria. Trabajaba en todos los frentes para convencerme, también en el familiar”, relata la exmandataria. CFK cuenta también que muchos años después Máximo le contó lo que había ocurrido en realidad. “Su padre lo había invitado a dar una vuelta: 'Acompañame a ver unas obras', le pidió. Cuando se subieron al auto, con Néstor al volante, le preguntó: '¿Vos creés que los milicos tienen que ir presos por todo lo que hicieron?'. Máximo le contestó que sí, que obvio, y entonces le hizo otra pregunta: '¿Vos creés que este país necesita terminar con el tema de la deuda externa crónica y tener otra política económica, que genere trabajo?'. Máximo le volvió a contestar que sí, que claro”, escribe la senadora, quien remató: “Néstor le dijo: 'Bueno, entonces ayudame a convencer a tu vieja porque tenemos que cerrar con Duhalde. Si no, no ganamos'”
Respecto a Macri, la expresidenta es categórica: lo define como "el caos" y asegura que por ese motivo cree "firmemente que hay que volver a ordenar la Argentina". En ese marco, se adentra en la crisis desatada por Cambiemos. "Macri podría haber sido un capitalista exitoso, disciplinar al sector agroexportador con retenciones escalonadas y diferenciadas, pero eligió ser carancho del sistema financiero", subraya.
La elección de Jorge Bergoglio al papado ocurrió durante su segundo gobierno y su relación estuvo al principio en tela de juicio. Sin embargo, en el libro la exmandataria cuenta que ella lo llamaba “Jorge” y que en su primer almuerzo junto con Néstor le dijo: “Sabe qué creo que pasó entre ustedes, Jorge… —porque le digo Jorge cuando hablamos y no Su Santidad, y él, obviamente, me dice Cristina—. En el fondo creo que la Argentina era un país demasiado chico para ustedes dos juntos".
También se refiere a la sensación que tuvo entonces al caminar por “los barrios más ricos de la ciudad de Buenos Aires”, que por aquellos días colgaron banderas vaticanas amarillas y blancas de los balcones para festejar su elección. “Estoy segura que, en el primer momento, creyeron haber encontrado un nuevo líder para luchar contra 'la yegua'. Cuando tomó estado público mi felicitación y mi decisión de viajar a Roma, los festejos de la oposición se aplacaron”, subraya Cristina, quien luego evalúa que lo que estaba ocurriendo “estaba claro”.
“A pesar de que había habido tensiones, nunca nos entendieron ni a mí, ni a Néstor y me parece que menos todavía a Bergoglio. Guardaban la secreta esperanza de que Francisco, el nombre que eligió para su papado y que aludía al nombre de San Francisco de Asís, el santo de los pobres, fuera un tenaz opositor a nuestro gobierno", dice la exmandataria.