A pesar de no haber conseguido ninguna victoria en sus primeras cuatro presentaciones, Huracán recibió a Emelec con la ilusión de adquirir su primer triunfo en la Copa Libertadores. La derrota por penales frente a San Lorenzo que marcó su despedida en la Copa de la Superliga dejó una herida abierta, y el duelo ante el combinado ecuatoriano se presentó como la oportunidad ideal para revertir el mal presente del equipo liderado por Antonio Mohamed. Sin embargo, a los diez minutos Estacio Alegría enmudeció al estadio con un remate que dejó sin posibilidades a Pellegrino. Sólo por el error del juez de línea Cañete el partido se mantuvo igualado, dado que la posición del atacante pareció correcta cuando se inició la acción.
Las respuestas locales llegaron en los pies de Chávez y la cabeza de Gamba. El ex Boca exigió a Dreer con un remate rasante que el arquero desvió con sus piernas, mientras que el ex Unión buscó a través de la vía aérea, pero el mendocino dio seguridad sin brindar ningún rebote.
El problema se instaló a los 34 minutos. Un tiro de esquina ejecutado por Joel López encontró a Jaime, quien descolocó a Pellegrino y festejó el sorpresivo gol. A partir de ese instante la desesperación se instaló en Parque Patricios.
La segunda etapa mostró al conjunto local buscando la igualdad con más empuje que fútbol, pero la falta de precisión de sus jugadores provocó que no pudiera llegar con claridad al área de los ecuatorianos. Para colmo, el segundo gol de Emelec terminó de sentenciar a Huracán.