El presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, aseguró que quienes accedieron a créditos hipotecarios ajustados por inflación hicieron “un excelente negocio”. Las anteojeras utilizadas por el funcionario apuntan a la ganancia patrimonial experimentada por los tomadores de préstamos UVA. La aritmética financiera celebrada por González Fraga omite mencionar que para consagrar esa “inversión espectacular” los tomadores de préstamos UVA deben conseguir vender sus viviendas en un mercado inmobiliario paralizado, habiendo cancelado previamente su hipoteca (es decir, pagado la totalidad del crédito). Comprometido con la política oficial, el economista reconoció el impacto que tiene el aumento en las cuotas por la aceleración inflacionaria sobre las familias endeudadas, pero celebró que “muchos de los que vienen a verme me dicen ‘dejé de pagar el colegio, pero sigo pagando la casa’ y eso es una cultura nueva”.
Ex titular del Banco Central al comenzar el gobierno de Carlos Menem, González Fraga, fue designado al frente del Banco Nación a comienzos de 2017. El economista reemplazó a Carlos Melconian durante la primer purga de funcionarios de Cambiemos. “Durante el kirchnerismo le hicieron creer al empleado medio que su sueldo medio servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior. Eso era una ilusión. Eso no era normal”, expresó el economista en 2016 mientras aguardaba su turno en el banco de suplentes cambiemita.
“Si bien la cuota le aumentó un 50 por ciento, el valor del inmueble aumentó más del 100 por ciento, porque en Argentina estos valores se atan al dólar”, expresó González Fraga durante una entrevista radial. “Es cierto que esto no es para hacer un negocio, pero si hoy salieran a vender habrían hecho una inversión espectacular”, consideró el funcionario. La aritmética de González Fraga no es incorrecta. Si quienes compraron una vivienda a comienzos del año pasado venden hoy su propiedad alcanzarían a cancelar la deuda y se llevarían algunos pesos (o dólares). Sin embargo, la exaltación del negocio financiero desconoce que para la mayoría de los tomadores del crédito el inmueble es su hogar, y poder pagar la cuota le insume una proporción cada vez mayor de sus ingresos.
A su vez, la propuesta de venta que hace González Fraga a quienes se endeudaron en UVA ignora la parálisis existente en el mercado inmobiliario así como las dificultades burocráticas adicionales asociadas a la venta de una propiedad hipotecada. Además asume que el “precio teórico” vinculado al crédito será el que se registre cuando se concrete la compraventa. Consultado sobre los problemas experimentados por los tomadores de los créditos por el aumento en el peso de las cuotas que pasaron a representar de 25 a 30 por ciento del ingreso, el funcionario explicó que “mucho mayor al drama de los que se metieron, es el drama de los que no pudieron hacerlo”.
“Tenemos que lograr que la gente deje de pagar alquileres, que también subieron el 50 por ciento. Acá, por lo menos, subió la cuota de los ladrillos que están comprando cada día”, remarcó el funcionario. “La gente está haciendo un esfuerzo para poder pagar las cuotas, yo sé que no les resulta nada fácil”, sostuvo para festejar que los hipotecados privilegien el pago de las cuotas sobre otros gastos familiares. González Fraga minimizó los problemas asociados al incremento en las cuotas por la indexación o la inestabilidad laboral al señalar que “con algún atraso hay 188 casos nomás, es decir, el 0,4 por ciento del total”. En ese sentido precisó que “con más de dos meses de atraso, que es una situación donde uno realmente empieza a preocuparse, hay solamente 11 casos sobre 47.000”. Sin embargo, para tranquilidad de los morosos, el funcionario enfatizó que “no vamos a ejecutar a nadie”.