El riesgo país trepando a 963 puntos, nivel récord en la administración macrista y similar al de los peores años del enfrentamiento judicial con los fondos buitre en el gobierno anterior, tiene una explicación dominante en analistas del establishment: el peligro del regreso del populismo en el gobierno 2020-2023 liderado por Cristina Fernández de Kirchner, temor que se habría precipitado con la difusión de encuestas que reflejan la pérdida de adhesión social a Mauricio Macri y a la marca electoral Cambiemos.
En realidad, este derrumbe de las cotizaciones de acciones y paridades de los bonos no tiene su origen en el riesgo CFK, sino en el riesgo M; esto es, en la pérdida acelerada de competitividad política de Macri frente a cualquier candidato de la oposición, no sólo ante Cristina. La huida de activos argentinos por parte de inversores es el mensaje más contundente del establishment local e internacional para que Macri retire su aspiración de reelección, y deje el lugar central de la Alianza Cambiemos a la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. No se requiere acceder a informes confidenciales o a conversaciones reservadas para identificar la desesperación que expresan públicamente diversas fracciones del poder económico para impulsar la candidatura presidencial de Vidal, ante la verificación de la descomposición de la alianza Cambiemos y de la fragilidad del liderazgo social de Macri.
La ratificación del oficialismo de que Macri y Vidal jugarán por la reelección en los gobiernos Nacional y provincial, respectivamente, gatilló otro capítulo de la corrida. CFK no modificó sustancialmente sus números en las encuestas; quien retrocede mes a mes es Macri, mientras Vidal logra preservarse de esa caída aunque resulta golpeada por el naufragio de la economía macrista. El ostensible cuidado que le dispensa la mayoría de los medios a la gobernadora, al tiempo que critican a Macri, deja al descubierto la opción elegida por el establishment y el mundo de las finanzas. Vidal y Macri son lo mismo, pero la primera puede ganar.
En lugar de obsesionarse con Cristina y su núcleo duro de votantes, quienes están atormentados por la debacle de las cotizaciones deberían preguntarse cuánto bajaría el riesgo país si Macri no va por su reelección y Vidal se convierte en candidata a presidente.