A seis meses de su asunción como presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, realizará finalmente su primera visita oficial a la Argentina el próximo 6 de junio con una agenda similar a la tratada durante la visita del Mauricio Macri a Brasilia en enero pasado. El rediseño comercial del Mercosur y la cruzada contra Venezuela serán temas recurrentes, al que se le agrega la nueva alianza ProSur, sellada en marzo en Chile.
La cancillería del gobierno brasileño sostuvo en un comunicado que el viaje de Bolsonaro “muestra la prioridad que da a su relación con Argentina”, a pesar de que el ex capitán del Ejército rompió la tradición de ambos países de que sus presidentes visitaban a sus vecinos en su primera gira internacional tras su asunción.
El desaire de Bolsonaro al gobierno de Cambiemos no solo se reflejó en el hecho de descartar a la Argentina como primer destino internacional sino también en rechazar una invitación formal para participar de la reunión del G20 antes de su asunción. A aquel desaire se sumaron las palabras del entonces futuro ministro de Hacienda brasileño, Pablo Guedes, quien confesó que la Argentina no sería “una prioridad” para la gestión de ultraderecha.
Macri fue el primero en cruzar la frontera y se encontró con Bolsonaro en el Planalto a mediados de enero. En la primera bilateral, los mandatarios firmaron una declaración conjunta en la que se comprometieron a revisar el arancel externo común del Mercosur, mejorar el acceso a mercados y avanzar en la facilitación del comercio y la convergencia regulatoria.
El otro tema que cruzó la reunión bilateral fue la estrategia de los gobiernos de la derecha regional, alineados con la Casa Blanca, para desgastar la presidencia de Nicolás Maduro en Venezuela, estrategia que se plasmó poco después con el desconocimiento del segundo mandato de Maduro, la creación de la alianza ProSur y la formalización de la retirada coordinada de la Unasur. “El encuentro permitirá que los dos presidentes le den contornos claros a los nuevos rumbos de la relación y le impriman el necesario impulso político a los asuntos prioritarios de la agenda bilateral”, proyectó el comunicado del Palacio de Itamaraty antes de la visita de junio.
Habrá que esperar para saber en qué momento de la gestión de ambos presidentes encontrará la cumbre. Bolsonaro viene bajando en índices de popularidad por culpa de un gobierno que no termina de arrancar. Macri sigue envuelto en una crisis económica a la que no le encuentra solución.