El presidente Mauricio Macri viajó a Santa Fe a respaldar al candidato a gobernador de Cambiemos, el radical José Corral. Macri le dio su apoyo en persona luego de que se especulara con que no iría, dado que Corral está lejos en las encuestas y podría quedar tercero en las PASO de este domingo. El mandatario, además, visitó un frigorífico en Hughes y recorrió obras en Venado Tuerno. En su recorrida, Macri le echó la culpa a sus oponentes por la suba del riesgo país y otras catástrofes que puedan venir: “El mundo duda y aumenta el riesgo país”. Sostuvo, no obstante, que ese temor “es equivocado, infundado, Argentina no va a volver atrás”.
Corral, además de intendente de Santa Fe, es ex titular de la UCR nacional. Que el presidente no lo acompañara en su candidatura a gobernador de Santa Fe, pese a que no viene rankeando en las encuestas, podía generar malestar en el radicalismo. Y se sabe: el macrismo viene concediendo gestos para no perder a sus aliados radicales. Así que Macri se subió al avión y viajó a sacarse la foto con un candidato que el domingo podría no tener un buen desempeño, pese a que busca tomárselo con optimismo.
De hecho, Corral no se amilana: dijo que su espacio “está creciendo en las encuestas”. “La sensación que tenemos en el diálogo con los santafesinos en la recorrida es que estamos creciendo. Somos los menos conocidos pero donde nos conocen nos votan”, indicó. No aclaró si es un crecimiento negativo, como el que anunció el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para la economía a fines del año pasado.
“No sé hasta dónde llegará este domingo ese crecimiento evidente que las propias encuestas vienen marcando, pero la elección definitiva es el 16 de junio y estamos seguros que ahí sí vamos a llegar con mayor intención de voto que el resto”, se envalentonó Corral. “Cambiemos se va a imponer en la provincia y vamos a gobernar Santa Fe porque lo que los santafesinos quieren es apoyar las cosas que nosotros proponemos. Nuestro eje principal es la seguridad, las obras hídricas y la baja de impuestos”, dijo.
Macri, en una radio provincial, aseguró por su parte que “el discurso de que podíamos vivir con lo nuestro nos trajo un tercio de argentinos viviendo en la pobreza”. Y sostuvo que el incremento del riesgo país es por el miedo a que gane un candidato populista. “La duda es infundada: los argentinos no vamos a volver atrás. Entendimos que la magia no existe y el mesianismo nos lleva a destruir la sociedad”, aseguró el presidente, a quien cada vez más sectores del establishment le están enviando mensajes de que ceda su lugar a María Eugenia Vidal.
“Estamos invadidos por el proceso electoral”, aseguró Macri, quien aseguró que su política de exportaciones “está siendo un éxito”. “Primera vez después de décadas, estamos atacando los problemas de fondo. Llevamos adelante una política responsable que administre los recursos de manera inteligente, a favor de la gente y no a favor de la política”, dijo Macri.
Luego de haber fallado con todos los pronósticos (por ejemplo, a principios de este año, cuando dijo que la inflación estaba bajando), el presidente volvió a asegurar que “se está saliendo lentamente de la recesión”, y aseveró que “la cosecha del campo va a ser un empujón muy fuerte”. Pero advirtió que “no hay atajos, no hay soluciones mágicas”.
Macri reconoció que la “capacidad de consumo ha bajado” y aseguró que “hay mucha gente poniendo palos en la rueda”. Como parte de la campaña, volvió a hablar de Venezuela: “Venezuela dice que le energía es gratis y no tiene más energía, no tiene agua. Es el camino de la destrucción de la sociedad. Si creemos que la luz puede ser gratis, cada vez va a haber más cortes de luz”, dijo Macri quien, no obstante, tomó la decisión de sumar subsidios para no seguir aumentando tarifas en un año electoral.
El mandatario también sostuvo que “hay que acabar con la cultura de la viveza, de sacar ventaja” y, a continuación, señaló que “a las personas que tienen planes Trabajar se les dan herramientas para que puedan ser protagonistas”. Curiosamente, hace años que no existen “Planes trabajar” –que eran de la época de Carlos Menem–, sino otros programas del Estado como Empleo joven, Ellas Hacen, Progresar, Manos a la obra y la AUH. En el cuarto año de su gobierno, Macri parece no haberlo aprendido.