A Valeria Silva le llevó años poder entender y reconocer las características corporales de su cuerpo, no conocía otras  personas como ella. Por decisión de sus progenitores su cuerpo no fue intervenido, cuando comenzó a interiorizarse sobre intersexualidad, ya había transitado toda su adolescencia y supo que no era la única, pero sí era una de las pocas personas que no fue sometida a las “intervenciones innecesarias de la medicina occidental” como ella las llama. 

El despertar en la intersexualidad también le permitió conectarse con su identidad mapuche, negada y olvidada dentro de la comunidad urbana de la ciudad de Bariloche donde creció. Al reconocer su origen ancestral se interiorizó en la cosmovisión andina donde encontró respuestas para sus vivencias y el respeto hacia la diversidad corporal. Fue así como se convirtió en activista intersex mapuche con el principal objetivo de concientizar a la sociedad para terminar con las mutilaciones a bebes intersexuales “en Wallmapu, en todo el continente y en cualquier parte del mundo” asegura.

¿Cómo se concibe la intersexualidad desde la cosmovisión mapuche?

–Justamente a partir de la cosmovisión entendí que no es ajeno o negativo ser intersexual en relación con nuestro Ser mapuche, todo lo contrario, es una experiencia hermosa. Cuando empecé a encontrarme en mis orígenes como mapuche otros puntos de vista sobre cómo se entienden las energías femenina y masculina que se encuentran presentes en lo tangible e intangible, son un punto de equilibrio en la naturaleza. Esas energías son duales, y no binarias, porque se complementan en todo lo que entendemos como vida. No tengo una palabra concreta para decir “intersexual” en mapuzungun pero con la ayuda de algunxs machis, kimche y otrxs pu lamngen pude encontrar relatos antiguos, y no tan antiguos, que refieren desde la espiritualidad y lo complementario de las energías, historias que cuentan cómo se entendía antes del colonialismo la vida social afectiva, la crianza y la sexualidad, lo que hoy llaman diversidad sexual. Encontré que si estas cosas pasan en la energía tangible e intangible también puede pasar en nuestro cuerpo. Quizás las definiciones directamente relacionadas con la intersexualidad son las que hay en distintos territorios de Wallmapu como Zomo-wentru, wentru-zomo o weye.

¿Quiénes eran lxs weye y cómo eran concebidos dentro de la comunidad mapuche?

–Un concepto es el registro hecho por los españoles, principalmente los curas franciscanos, y otro lo que el propio pueblo entiende y va recuperando, porque pensemos que el hetero-winka-patriarcado ha impuesto también su modo de ver y entender la sexualidad dentro de nuestro pueblo. Para los colonizadores lxs weye eran una abominación, veían sus comportamientos dentro de la vida social mapuche y los describían como invocadores del demonio, sin embargo, no es así. Había weye que ejercían el rol de machi, que para el pueblo mapuche son personas que posee una gran consideración por su trascendencia espiritual y por lo que implican en si desde su rol como machi sin importar su sexo u orientación sexual. Lxs weye eran personas totalmente aceptadxs y respetadxs, que podían vestir como quisiesen, vivir su sexualidad sin prejuicios y hasta ser consideradxs por sus familias un regalo que le daban los pu newen del lugar, porque las energías de wentrü y zomo estaban en esa persona.

¿Qué opinás de las intervenciones quirúrgicas que impone la medicina sobre los cuerpos intersex para que “encajen” dentro del sistema binario de género?

–Son intervenciones innecesarias que en su mayoría se realizan durante los primeros años de vida, según los médicos para que no queden recuerdos, pero lo que quedan son marcas que son más que cicatrices. Son mutilaciones y sobre todo son una violación a los derechos humanos porque se niega el derecho a elegir libremente quien y cómo ser, se niega el derecho a sentir placer desde una sexualidad plena. Se obliga a las personas intersex a vivir en el silencio, en la vergüenza y con la bronca de tener que soportar las secuelas físicas y emocionales que dejan esas prácticas médicas.