El presidente ruso, Vladimir Putin, y su par norcoreano, Kim Jong-un, se reunieron por primer vez ayer en un encuentro que giró sobre la desnuclearización de la península coreana. “La desnuclearización es posible, pero Pyongyang exige a cambio garantías de seguridad. ¿Cuáles pueden ser esas garantías sino jurídicas?”, lanzó Putin en la rueda de prensa que ofreció luego del encuentro con Kim. Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, vio con buenos ojos el encuentro y auguró por un avance de las relaciones entre el norte y Estados Unidos.
Dos meses después del fracaso en Hanói de la segunda cumbre entre el líder norcoreano y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Putin aprovechó la oportunidad para defender la soberanía de Pyongyang y alentó a Kim a normalizar las relaciones del norte de la península con Estados Unidos y a desarrollar, además, la cooperación con Corea del Sur.
El líder norcoreano llegó al lugar del encuentro, en la Universidad Federal del Lejano Oriente en Vladivostok, Rusia, luego de un viaje de casi medio día en su tren blindado. En total, Kim pasó cinco horas en territorio ruso: dos horas de reunión cara a cara con Putin, seguidas de otras dos de conversaciones entre delegaciones y una posterior cena en la que comieron típica comida rusa como borsch, ensalada de cangrejo y ravioles siberianos de carne de reno. El jefe del Kremlin, por su parte, recibió una espada de regalo. En la reunión bilateral, Putin agradeció a Kim que aceptara la invitación para visitar Rusia, país con el que comparte poco más de 200 kilómetros de frontera terrestre. Además, el líder ruso le recordó que fue Kim Jong-il, el padre y sucesor de su homólogo comunista, el que impulsó la firma de un tratado de amistad con Rusia. Por su parte, Kim aseguró que su viaje a Vladivostok fue en pos de tratar “las vías para el arreglo pacífico” del conflicto nuclear en la península coreana, que, en su opinión, despierta un interés prioritario en el mundo. Y al igual que Putin, Kim calificó como muy sustancial la reunión a solas con el jefe del Kremlin y se mostró muy contento de visitar su país al que consideró como un gran vecino. “Espero que nuestras negociaciones prosigan de la misma forma, de manera útil y constructiva”, consideró.
Ayer, el jefe norcoreano dejó en claro que quiere una desnuclearización gradual. Y además pidió que vaya acompañada de un levantamiento progresivo de las sanciones, una oferta que Washington rechazó en Vietnam porque defiende un “gran acuerdo” que pasa por eliminar todos los programas de armas norcoreanos, además del atómico, antes de retirar alguna sanción.
Putin, en tanto, llamó a todos los países interesados a dar los primeros pasos para incrementar la confianza y les propuso “pensar juntos” en las garantías de seguridad para Pyongyang.