El exvicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció ayer su candidatura a las presidenciales en 2020 por el Partido Demócrata. Si bien aún falta más de un año para los comicios, el vice del presidente Barack Obama encabeza las intenciones de voto entre los demócratas, junto al senador Bernie Sanders. “Los valores fundamentales de esta nación... nuestra posición en el mundo... nuestra democracia... todo lo que ha hecho América –América– está en juego. Es por eso que hoy anuncio mi candidatura para la Presidencia de Estados Unidos”, escribió Biden en su cuenta de Twitter. Y al mensaje lo acompañó con un video titulado: “Joe Biden para presidente: América es una idea”. Con este anuncio, son ya 20 los aspirantes que han confirmado que lucharán por la candidatura demócrata para las elecciones de 2020.
Una hora después, el presidente Donald Trump dio la bienvenida al anuncio en un irónico mensaje –también en Twitter– en el que lo nombra “Aletargado Joe” y le dice que espera que tenga “la inteligencia, durante mucho tiempo puesta en duda, de llevar a cabo una campaña exitosa”. Luego, en el mismo mensaje pronosticó una campaña electoral desagradable en la que le dijo a Biden que deberá hacer frente a personas que “verdaderamente tienen ideas muy enfermas y demenciales”. “Si lo logras, te veré en la casilla de salida”, sentenció Trump.
Biden habla de su candidatura desde principio de año pero esta vez la oficializó. Además, según fuentes consultadas por la cadena de noticias CNN, ya tiene programado su primer acto de campaña en Pittsbutgh (Pennsylvania) para el próximo lunes. Luego continuará con una ruta en la que recorrerá los estados de Iowa, Carolina del Sur y Nuevo Hampshire.
Biden, de 76 años, también se presentó a la carrera presidencial en otras dos ocasiones y en 2015, antes de los comicios presidenciales que dieron la victoria a Donald Trump, rechazó registrar su candidatura para evitar competir contra la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.
A pesar de sus buenos índices en las encuestas, Biden aún está haciendo lo propio para lograr el apoyo de parte del movimiento de mujeres que hace pocos meses lo repudió por conductas misóginas. Al respecto, el aspirante a la Casa Blanca prometió públicamente ser más respetuoso. Además admitió que en el último tiempo las normas sociales cambiaron de modo que asumió la responsabilidad de evaluar sus conductas antes naturalizadas.
Además de Biden y Sanders, los demócratas deberán elegir entre el alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, la senadora Kamala Harris y Beto O’Rourke, entre otros.
Sanders, en tanto, es senador independiente y se describe a sí mismo como un socialista, y sorprendió en las primarias demócratas de 2016 contra Clinton con un programa marcadamente más a la izquierda. Finalmente perdió ante la exsecretaria de Estado, pero a sus 77 años espera poder llevar a cabo su “revolución política” ahora que sus ideas fueron retomadas por muchos otros demócratas.
Buttigieg, por su parte, es un joven alcalde que se unió a la carrera el 23 de enero con un mensaje en el que se describió como un reformista que mira al futuro. Además, en caso de que el demócrata de 37 años ganara las primarias demócratas, se convertiría en el primer candidato presidencial abiertamente gay en Estados Unidos.
La senadora Harris por California aspira a convertirse en la primera presidenta negra de Estados Unidos y anunció su candidatura el día del aniversario del nacimiento de Martin Luther King, el 21 de enero. Con 54 años e hija de una investigadora en medicina india y un economista jamaiquino, Harris fue también fiscal general de California.
O’Rourke es otro de los aspirantes a la Casa Blanca en representación de los demócratas. El político de Texas de 46 años fue además miembro de la Cámara de Representantes y se popularizó por intentar arrebatarle la banca en el Senado al republicano Ted Cruz en las elecciones de medio mandato de 2018. En un estado tradicionalmente conservador, O’Rourke perdió por poco. Casado y padre de tres hijos, dice ser “capitalista” pero asegura que su programa tiene una inclinación a la izquierda en temas como inmigración, clima o salud.
Kirsten Gillibrand es otras de las tantas mujeres que también aspiran a la presidencia. De 52 años, se popularizó por su lucha contra el acoso sexual, especialmente en las fuerzas armadas, antes del surgimiento del movimiento #MeToo que apoya activamente. La senadora afirma defender una sociedad más igualitaria, el derecho a un sistema de salud generalizado y promete mejorar la educación pública y la formación profesional.
Amy Klobuchar,en tanto, es ex fiscal, nieta de un minero de la industria del hierro y senadora demócrata. Con 58 años fue cómodamente reelegida en noviembre del año pasado para un tercer mandato en Minnesota, donde sigue siendo muy popular. Más al centro que el resto de sus competidores demócratas, apoya no obstante el derecho al aborto y la lucha contra el cambio climático, y no duda en criticar enérgicamente al presidente republicano.
Elizabeth Warren es senadora por el estado de Massachussets y se lanzó a la carrera electoral el 31 de diciembre de 2018. La exprofesora de derecho de Harvard, que fue apodada “Pocahontas” por Trump, está a la izquierda dentro del partido y construyó su reputación denunciando los excesos de Wall Street.
Cory Booker, en tanto, es un carismático y mediático senador negro que a menudo es comparado con Barack Obama. Booker anunció su candidatura el 1 de febrero con el llamado a unir al país dividido. El exalcalde de Newark, Nueva Jersey, de 49 años fue contemplado por Clinton en 2016 para ser su compañero de fórmula.
Otros candidatos también probarán su suerte en las primarias demócratas como es el caso de John Delaney, de 55 años y exmiembro de la Cámara de Representantes; y Marianne Williamson, de 66 años y autora de libros sobre desarrollo personal.