La nueva ola verde y la venta masiva de bonos y acciones argentinos hundió aún más las expectativas económicas y generó movimientos en los distintos mercados de bienes con remarcaciones de precios y retención de mercadería como cobertura frente a la incertidumbre. Además, la suba del dólar junto al próximo incremento de la nafta se montan sobre la serie de desprolijidades iniciales para reducir casi al mínimo las posibilidades de éxito del acuerdo de congelamiento de “precios esenciales” por seis meses. La sensación de descontrol remite al año pasado, cuando hubo varias jornadas en donde quedaron paralizaron mercados y se borraron precios.
Las conversaciones que mantuvo este diario con empresarios de varios sectores industriales y del comercio muestran un escenario de alta incertidumbre económica, matizada sólo por la experiencia del año pasado. Hay una sensación de que el punto de quiebre está en el tope de la banda del dólar, fijada en 51,45 pesos. Las grandes empresas se dividen entre las que se fueron anticipando a estos movimientos del dólar con las subas preventivas de las últimas semanas y las que directamente facturan sus productos en dólares, como es el caso de los proveedores de insumos centrales de la economía: acero, aluminio, papel y plástico.
“Con los movimientos del dólar del mes pasado y mucho más ahora, hay empresas proveedoras que cotizan al día, o sea que el pedido se hace, se confirma y se paga en el mismo día porque sino cambian los precios”, explicó el empresario metalúrgico Aldo Lo Russo. “En el sector pyme existe una incertidumbre terrible. Los proveedores entregan a remito abierto, o sea sin precio hasta el vencimiento de la factura. Te dicen que ‘si querés precio pagame al contado’. Esta situación se agudiza en sectores con materias primas importadas. A su vez, en el sector comercial es tan grande la necesidad de efectivo que se hacen ventas incluso sabiendo que son a pérdida”, consideró Vicente Lourenzo, consultor del sector pyme.
Este jueves se aplicaron nuevas listas con aumentos de precios en productos de las marcas Sica, Hellmann’s, Knorr, pero ya estaban pautadas desde hace un par de semanas. Grandes importadores de alimentos enlatados no aceptaron ayer pedidos a la espera de que aclare el panorama cambiario. “Lo dejamos para la semana que viene”, le respondió un proveedor de cuero a un empresario marroquinero que charló con este diario. “Las grandes empresas proveedoras no es que envían al instante nuevas listas de precios, pero hay remarcaciones rápidas en el sector comercial, como supermercados y mayoristas”, analiza un empresario de la alimentación.
Alberto Guida, presidente de la Cámara de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, evaluó que “esto genera inquietud, aunque creo que no la suficiente para paralizar la actividad comercial, al menos entre los grandes mayoristas. Creo que la ecuación de costos de las grandes empresas en mayor o menor medida incluyen el cálculo del dólar a 51 pesos de la banda. Por eso creo que un punto límite es el techo de la banda”.
La nueva suba del dólar y el alza esperada de la nafta por la devaluación del peso junto al incremento del precio internacional del petróleo lesionan de entrada el “pacto de caballeros” de los precios congelados. Entre que el Gobierno prometió inicialmente su implementación desde el lunes pasado y esa fecha de inicio se fue corriendo hasta mayo y el aumento día a día de la incertidumbre, todos los actores del mercado dudan del destino del acuerdo. “Las medidas anunciadas la semana pasada son de muy bajo impacto en general y no sostenibles en caso del que el dólar o la inflación se aceleren. El Gobierno tiene semejante restricción fiscal que o bien cumple el acuerdo con el FMI o bien cumple con la promesa del paquete de medidas”, evaluó el economista Martín Vauthier, del Estudio Eco Go.
Sergio Chouza, economista de la Undav, explicó que “el rubro de alimentos absorbe rápidamente los movimientos del dólar. También está la próxima suba de naftas, el posible impacto en las distribuidoras eléctricas provinciales y el efecto de la suba de las tasas sobre los canales de comercialización. Para mediados de año la inflación interanual va a arañar el 60 por ciento”. La inflación de abril estaría por arriba del 4 por ciento y el piso de mayo es también alto.