“La Policía Bonaerense encubrió a los autores y no quiso encontrarla viva”. Carola Labrador, madre de Candela Rodríguez, declaró en la segunda audiencia del juicio oral por el secuestro, violación y muerte de su hija, ocurrida en 2011 en Villa Tesei. La mujer apuntó contra la cúpula policial de aquel momento y sostuvo que “encubrieron a los autores del crimen”. También declaró Leonardo Jara, uno de los tres imputados, quien aseguró que “esta es una causa armada de la A a la Z”. El acusado argumentó que no tiene nada que ver con el caso y que no conoce a Hugo Bermúdez, otro de los implicados, quien ayer también se declaró ajeno al crimen.

El segundo día del juicio en el Tribunal Oral en los Criminal N°3 de Morón agregó varios capítulos a la causa que investiga el secuestro y posterior homicidio de Candela Rodríguez. Uno de ellos fue el testimonio de Leonardo Jara, uno de los imputados del delito de “privación ilegal de la libertad agravada por violencia seguida de abuso sexual y homicidio”. El acusado al declarar ante los jueces Raquel Lafourcade, Mariela Moralejo Rivera y Diego Bonanno aseguró que es “totalmente ajeno a la causa Candela”. A su vez, indicó que difícilmente se sepa quién asesinó a la niña: “Este es un caso armado. No creo que se llegue al fondo en esta causa pero lo único que quiero es que se sepa la verdad”.

Jara, de 37 años, respondió preguntas de los fiscales Pablo Galarza y Mario Ferrero, del abogado querellante Fernando Burlando y de la defensa de otro de los implicados, Fabián Gómez. La principal coartada que optó el acusado en su declaración fue apuntar contra el “poder político” e insinuó que “el (ex) gobernador (Daniel) Scioli y Ricardo Casal –ex ministro de Seguridad bonaerense– estuvieron involucrados porque la causa venía manejada de ´arriba´. En vez de ser una causa judicial, pasó a ser una causa política”.

Otro punto central de la segunda audiencia judicial significó la discusión por el mensaje que recibió la tía de Candela el 28 de agosto de 2011, seis días después de que la niña de once años fuera raptada. Para los fiscales Galarza y Ferrero, de la UFI N°3 de Morón, Jara era el indicado para comunicarse con la familia de Candela Rodríguez. El lunes pasado, los fiscales fueron más allá de la acusación y reprodujeron la supuesta grabación telefónica en la que Jara amenazaba a la familia de Candela: “Ahora sí que no la vas a encontrar nunca a tu hija. ¡Jamás la van a encontrar! Te lo aseguro yo, hasta que esa conchuda no devuelva la guita, no la va a ver nunca más... Que le pregunten al marido dónde dejó la guita”, se escuchaba en el audio. Ese “yo” pertenece, de acuerdo a la confirmación de peritos de Gendarmería, al acusado. Jara trató de defenderse de la prueba presentada por los fiscales: “A la pericia la fraguaron porque no tenía perito de parte, por eso me enchufaron a mi”, expresó el imputado ante los integrantes del Tribunal. 

Hugo Bermúdez, el apuntado por los fiscales como el hombre que abusó de Candela durante su secuestro en Villa Tesei, también declaró ayer y sostuvo que era inocente. La semana pasada Bermúdez pidió sin éxito ser sometido a un juicio por jurados y no por el Oral en los Criminal N°3 de Morón. Su abogado utilizó la misma estrategia que Jara: expuso que su defendido era “víctima de una persecución, de una confabulación” y argumentó que Bermúdez “no tiene nada que ver con el caso ya que no hay ningún elemento que lo incrimine en el hecho”. 

La madre de Candela Rodríguez, Carola Labrador, también se subió ayer al estrado de los Tribunales para testificar por el crimen de su hija. Allí reafirmó lo que venía anunciando tiempo atrás: la complicidad de la Policía Bonaerense. “La Policía encubrió a los autores y no quiso encontrarla viva. Además, los integrantes de la cúpula de seguridad bonaerense –entre ellos nombró a Ricardo Casal, ex ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y al ex Superintendente de Seguridad, Roberto Castronouvo– taparon a gente de ellos”, manifestó Labrador. 

La madre de Candela y querellante de la causa apuntó especialmente contra Casal, al asegurar que el ex ministro le mintió y trató de aletargar la búsqueda: “(Ricardo) Casal me dijo que Candela tenía un novio de treinta y un años y me mostró cámaras de seguridad en Capital (Federal), me decía que era ella pero yo le aseguraba que no era Candela”, indicó en su declaración. También testificó Alberto Rodríguez, padre de la chica de 11 años asesinada, y negó conocer a los tres imputados del crimen. Según los fiscales Galarza y Ferrero, el móvil del homicidio de Candela se debió a una venganza contra Rodríguez por parte de una banda de piratas del asfalto. Candela desapareció el 22 de agosto del 2011 cuando esperaba a unas amigas en el barrio de Villa Tesei. Nueve días más tarde, la chica apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su casa.