“Mi papá cumplió años esta semana, la anterior… no estoy bien, desde anoche mi padre está en terapia”, dijo Ángel “el Mono”Ale frente al Tribunal Oral Federal tucumano ayer por la tarde, luego de que los jueces rechazaran los treinta pedidos de nulidad presentados por las defensas de los 16 imputados y recomenzara el debate oral por asociación ilícita y lavado de activos al clan Ale. Minutos antes, Rubén “la Chancha” Ale había desistido de responder preguntas de querellas, defensas y jueces en la audiencia aclaratoria de las acusaciones, porque, explicó, la frágil salud de Said Ale, su padre, lo tenía mal. “El Mono”, por su parte, dijo que declarará durante el debate oral, y aclaró algunos detalles de cómo comenzó a manejar negocios de juegos de azar, negó tener negocios en común con su hermano y también haber tenido pendiente una orden de captura en una causa por evasión tributaria, porque “soy más famoso que Julio Iglesias, si hubiera tenido una orden, me hubieran detenido”.
El hermano de la Chancha afirmó ser “legítimo usuario de armas de guerra” de acuerdo con el Registro Nacional de Armas (Renar), contó que es “casi abstemio”, que siempre fue “atleta de alto rendimiento” y que “nunca me ha llegado una citación ni nada, ni un mensaje por paloma mensajera” por otras causas en las que se lo acusa por presuntas usurpaciones de terrenos.
Durante la instrucción, los investigadores hicieron foco en los negocios vinculados a juegos de azar de “el Mono”, quien se reconoció propietario de la empresa de ese rubro Five Points SRL, cuyas operaciones estaban sospechadas de no ser enteramente transparentes. Por eso, durante la audiencia de ayer parte de las preguntas formuladas por uno de sus defensores, Cergio Morfil, se dirigieron a aclarar detalles de esos negocios, aunque el recorrido se convirtió en un repaso inesperado del rubro tucumano, desde que no estaba regulado hasta el cambio, “cuando fue intervenido Tucumán”. Y después, explicó el Mono, superada una acusación por asociación ilícita, se repartieron formalmente los ingresos de una empresa de tragamonedas, en lo que le correspondió la tercera parte.
Durante el tiempo que tomó para hacer sus aclaraciones, antes de que el tribunal diera lectura a la imputación y los materiales que obran en el expediente, “el Mono” encontró la oportunidad de mencionar a otros tucumanos célebres como Rubén “Sopa ‘e chancho” Urueña, Mario “el Malevo” Ferreyra, con quienes, dijo, la relación nunca fue buena. “Con Urueña tenemos una enemistad de hace 30 años. Cuando el Malevo tomó los tribunales de Tucumán el día que lo condenaron (N. de R.: en diciembre de 1993, luego de ser condenado por haber privado ilegalmente de la libertad y ejecutado a tres personas), cuando salió por la ventana de la (calle) Lamadrid, el señor Malevo Ferreyra dijo que Sopa ‘e Chancho lo había hecho… me mandó a matar a mí, tengo todavía la cicatriz de FAL en la nuca, por el Comando Atila (al que estaba vinculado Ferreyra). En ese momento denuncié que él estaba detrás del Comando Atila, lo denuncié al señor Sopa ’e Chancho Urueña”, dijo el Mono.
El hermano de la Chancha aseguró que sus negocios son cosas separadas, que “nos iniciamos en el mercado con mi papá, y de ahí cada uno agarró su camino”. “Nunca tuve relación comercial (con él). Alguna vez salí a defender a mi hermano”, dijo, aunque aclaró que hay distancias: “es de público conocimiento que tengo enemistad con cierta gente que estaba con mi hermano”.
La próxima audiencia ante el tribunal que integran Alicia Noli, Gabriel Casas y Carlos Jiménez Montilla será el miércoles 15.