A pocos días de haber anunciado el nuevo cuadro tarifario que rige para el servicio eléctrico, el Gobierno modificó los parámetros de consumo de las categorías más altas y redujo el impacto del cargo fijo para evitar que los importes de las boletas registraran un salto especialmente violento para los consumos desde 600 kWh/mes. Ese riesgo fue advertido la semana pasada por las asociaciones de consumidores. Para los usuarios de Edenor y Edesur, que dependen de la actividad regulatoria del ENRE, el Ministerio de Energía desdobló la categoría R7, de más alto consumo, en tres segmentos. En todos los casos redujo el cargo fijo, aunque los incrementos de este monto continúan siendo muy elevados. La intención, dice el Gobierno, es mantener su promesa de que las boletas no aumenten más de un 148 por ciento para el mismo nivel de consumo que el año pasado. Sobre la marcha, el Gobierno vuelve a demostrar un alto grado de improvisación en la cuestión tarifaria. En 2016, el gran problema consistió en que el Gobierno no previó que el consumo interanual aumentaría a raíz de las bajas temperaturas. El resultado fue que los aumentos en los hechos superaron por mucho a las previsiones oficiales.
Las resoluciones 82 y 83 del ENRE publicadas ayer en el Boletín Oficial definieron la segmentación de la categoría más alta de consumo. La categoría R7 ahora se aplica para los usuarios que consumen entre 601 y 700 kWh/mes. Antes de las nuevas normas, esa categoría regía para los consumos superiores a los 600 kWh/mes. En cambio, ahora el bloque R8 aplica para los consumos entre 701 y 1400 kWh/mes y el R9, para los usuarios cuyo consumo supera los 1400 kWh/mes. “La corrección responde a que el cargo fijo que inicialmente el Gobierno había puesto para la categoría R7 era totalmente exorbitante, mayor incluso al que habían pedido las distribuidoras eléctricas en la audiencia pública. Entonces, el salto de la factura entre los usuarios de la categoría R6 y los del bloque R7 era absolutamente violento”, explicó a este diario Claudio Boada, de la Unión de Usuarios y Consumidores.
Con el último anuncio tarifario de fines de enero, el Gobierno modificó la aplicación del cargo fijo, que ahora se cobra mensual y no bimestral. Para el caso de Edesur, el alza del cargo fijo para la categoría de consumo más baja fue de 14,43 pesos bimestral a 16,86 pesos mensual, mientras que para la categoría que le sigue (R2), pasó de 54,46 bimestral a 31,74 pesos mensual (aumento del 14 por ciento). Para la categoría R3 la suba del cargo fijo es del 64 por ciento y para R4, del 78 por ciento. Para R5, del 161 por ciento (de 84,8 pesos bimestrales a 110,4 pesos mensuales) y para R6, del 230 por ciento (de 133 pesos bimestrales a 220 pesos mensuales). A partir de allí, las subas se volvían porcentualmente explosivas sobre valores más altos: para la categoría R7 el cargo fijo pasaba de 148 bimestral a 990 pesos mensuales (1237 por ciento). Esta última situación ahora fue modificada. En Edenor los valores son distintos pero las modificaciones son cualitativamente similares.
Para la nueva categoría R7 (entre 601 y 700 kWh/mes) de Edesur, el cargo fijo es de 443,59 mensual (aumento del 500 por ciento frente a las tarifas previas al anuncio del 31 de enero). Para la categoría R8 (entre 701 y 1400 kWh/mes) el cargo fijo es de 546 pesos mensuales (aumento del 637 por ciento) y para la R9 (más de 1400 kWh/mes) el cargo fijo queda en 887 pesos por mes (aumento del 1098 por ciento). “Con este nuevo cambio se busca asegurar que las nuevas facturaciones no superen el tope de 148 por ciento”, dicen en el Gobierno.
“Las modificaciones fueron en respuesta a un reclamo que presentamos la semana pasada desde Deuco. Ahora es más gradual el incremento pero de cualquier manera el aumento con respecto a los cargos fijos anteriores es muy significativo e impacta fuertemente en el costo final de las facturas. Solicitamos que el cargo fijo siga siendo bimestral”, explicó a este diario Pedro Bussetti, presidente de Deuco, entidad que encabezó el reclamo por el salto del cargo fijo para las catergorías de mayor consumo, que no necesariamente corresponden a los usuarios de mayor poder adquisitivo.