“Este es el libro de la esperanza”, definió Hebe de Bonafini la flamante publicación que recopila apuntes, cartas y documentos de Madres de Plaza de Mayo durante el año de su nacimiento, que se presentó el jueves ante un auditorio colmado en la asociación que preside. El juez Raúl Zaffaroni, impulsor del libro que edita la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), destacó la importancia de “neutralizar el riesgo de que sigan falseando nuestra historia” y consideró que el archivo de las Madres “pertenece a todo el pueblo argentino, a la región y a toda la humanidad”. El sociólogo Horacio González, en tanto, remarcó que “es un archivo de un valor enorme” y “tal vez por eso los señoritos de la Casa Rosada quieren apropiárselo”.
El primer tomo de Madres de Plaza de Mayo. Documentos se subtitula “1977. Los primeros pasos” y responde “a la preocupación por los ataques que reciben últimamente las Madres”, explicó Ulises Gorini, responsable de la selección y las notas que contextualizan cada documento. “Su archivo mismo fue fijado como blanco del régimen que padecemos”, recordó en referencia a los intentos de secuestros de documentos en el marco de causas judiciales. Por las dimensiones de la historia de las Madres “creo que van a ser 38 tomos”, bromeó. “El archivo de Madres es un tesoro de la historia contemporánea argentina”, lo definió Carlos Zelarrayán, director de Undav Ediciones, quien presentó al panel.
“Las Madres seguimos escribiendo la historia todos los días”, arrancó Bonafini, quien recordó que hace más de cuarenta años “muchas no escribíamos bien” porque “para una ama de casa es difícil escribir y de repente tuvimos que hacerlo”, lo cual “genera una gran soledad, sumada a la de la pérdida de los hijos” “Este es el libro de la esperanza”, explicó en referencia a un tiempo en que “creíamos que los íbamos a encontrar, por eso escribíamos y escribíamos”. Mencionó una carta dirigida al dictador Jorge Rafael Videla como ejemplo “de la ignorancia que teníamos”, que las llevó a “escribirle al padre, al hombre” sin percibir “la fiera torturadora que fue”. A cada palabra, a cada carta, subyace “el sueño de recuperar a nuestros hijos”, rememoró. La presidenta de Madres agradeció a Zaffaroni por “la idea” y por “poner en un libro mi cuadernito miserable”, en el que tomaba apuntes en pleno terrorismo de Estado. Concluyó recordando que en las primeras etapas de su vida “aprendí una historia mentirosa” hasta que “mis hijos me hicieron ver la verdadera, por eso decimos que nos parieron y estamos orgullosos de ellos”.
González destacó que un archivo es “una cosa muy seria” y que por lo general “comienza a hacerse con ingenuidad, sin saber que se está escribiendo la historia”. También calificó las palabras de Bonafini de “aleccionadoras” por su “vivacidad única” y comparó “el pensamiento político de Hebe” con “lo más profundo de los grandes pensadores políticos”. Su mención a la ingenuidad con la que se movían frente al Estado terrorista “es fenomenal, por lo no habitual en la política argentina”. La letra manuscrita o el uso de la máquina de escribir cuando todavía no existían las computadoras “no cambia el sentimiento profundo” que subyace a las cartas de la época, apuntó, y explicó que “revelan las esperanzas que existen bajo cualquier tiempo y gobierno”.
“Si algo se ha falseado en nuestro país es la historia”, cerró el panel Zaffaroni y describió la irrupción del macrismo al frente del Estado como “un cambio de régimen, del soberano al colonialista”. Frente a los intentos “de secuestrar este archivo” hipotetizó que “en el mejor de los casos” podría ser “para preservarlo, ponerlo en un lugar seguro” y mostrar eso como un mérito, y “en el peor para apropiárselo y manipularlo a fin de tergiversar la historia”. “En cualquier caso había que evitarlo porque es un archivo que le pertenece a todo el pueblo argentino, a la región y toda la humanidad”, concluyó, y agradeció a las Madres por su lucha ejemplar frente al Estado terrorista.