Los más de 70 gremios que integran el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) junto a las CTA y regionales de la CGT, confirmaron la realización del paro general con movilización para el próximo martes 30. Por otra parte, anunciaron también que el 1º de mayo, día del paro de los gremios del transporte, instalarán decenas de ollas populares en la zona de la avenida Paseo Colón, desde el Monumento al Trabajo hasta la Casa Rosada. El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, aseguró que luego de estas dos jornadas, que anticipó como “históricas”, se convocará a un nuevo plenario para delinear el plan de lucha que le dará continuidad a estas protestas contra el modelo económico que implementa el gobierno de Mauricio Macri. La ministra Bullrich le sumó tensión a la marcha al anunciar que ese día no permitirá cortes ni piquetes.
La ratificación de la medida de fuerza fue realizada en la sede de la Asociación Bancaria, que conduce Sergio Palazzo, hasta donde llegaron buena parte de la conducción de los gremios que conforman el FSMN y los de las CTA. Entre los organizadores del paro hay optimismo sobre la fuerza de la medida de acción directa. Entienden, y así lo expresaron en sus discursos, que los cuerpos orgánicos de las conducciones de los sindicatos que no participan de la huelga terminarán sumándose. A diferencia del estilo que tiene la conducción cegetista frente a los paros nacionales, en esta oportunidad los gremios realizarán una movilización que tendrá como destino la Plaza de Mayo. Allí levantarán un palco que le dará la espalda a la casa de gobierno y donde se realizarán los discursos. La idea es que el las columnas lleguen a la plaza al mediodía para realizar el acto a las 13. La intención es dar por finalizada la protesta antes de las 15 para no entorpecer la marcha de Madres de Plaza de Mayo que ese día recordarán la primera marcha que se hizo hace justo 42 años.
Durante la conferencia, Moyano indicó que “el gobierno fracasó, luego de tres años y medio de inoperante gestión, por lo que es tarde ya y no tiene sentido dialogar con los funcionarios”, dijo para luego destacar la “absoluta impericia” del presidente Macri. A su turno, Palazzo aseguró que “sería más importante que el gobierno reconozca sus errores en lugar de acusar a los trabajadores de golpistas. Y mucho más atinado sería que analice los golpes diarios del mercado y no de quienes atraviesan situaciones de angustia por sus políticas”.
Los dirigentes intentaron cuidarse de cuestionar a la conducción de la CGT que se mantiene prescindente de esta medida de fuerza porque, como aseguró uno de los organizadores, “nuestro adversario no es la CGT sino el gobierno que implementa la política económica”. Sin embargo, les resultó difícil cumplir con el cometido sobre todo ante el increíble pedido que el titular del gremio de los colectiveros, Roberto Fernández, le realizó al gobierno nacional para que el 30 garantice la seguridad del servicio de transporte público. El que más se cuidó fue Palazzo cuando dijo que sería mejor que “el gobierno garantice la seguridad alimentaria” de la población.
La respuesta a Palazzo llegó horas después cuando la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Primero dijo que el gobierno “está en desacuerdo con los que paran el país”. Luego se preguntó “¿qué van a ganar?” y por último anunció que “no se van a permitir cortes de autopistas y los que pidan protección en nuestro ámbito lo van a tener”. En ese sentido dijo haber recibido cartas “de las cámaras del transporte, de los transportistas, de colectiveros que quieren trabajar en paz, que no quieren que les rompan los colectivos”. Es por eso que terminó afirmando que “los que pidan protección en nuestro ámbito la van a tener”.
Pero los colectiveros no estarán ausentes en el paro del próximo martes. La agrupación Juan Manuel Palacios que conduce Miguel Bustinduy, ex secretario de organización de UTA, se subió a la medida de fuerza. Los colaboradores del dirigente sindical sostienen que su sector tiene ingerencia en buena parte de las líneas de la zona sur y oeste del Conurbano y en menor medida en la zona norte, pero que serán suficientes para darle mayor volumen al paro general.
Un dato más que le agrega magnitud al paro del martes es que el gremio de los empleados judiciales que conduce Julio Piumato realizará ese día una movilización en el marco de una serie de reclamos sectoriales y confluirá con la marcha del FSMN. Otro que también participará es el gremio de los ceramistas que conduce Juan Domingo Moreyra. Tanto el ceramista como el judicial forman parte de la mesa de conducción de la CGT.
En el escenario del salón de La Bancaria estuvieron, además de Palazzo y Moyano, Mario Manrique (mecánicos), Omar Plaini (canillitas), Roberto Baradel (docentes), Héctor Amichetti (gráficos), Ricardo Peidro y Hugo Godoy (CTA Autónoma), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Pablo Biró de Pilotos, Walter Correa (curtidores), entre otros.