Hermanes en deuda: ha llegado la hora de dejarse de improvisar. Nuestro mejor equipo, por boca del Maurífice, ya nos lo ha advertido.
Hemos hecho todo mal: ¡los hemos votado, los hemos vuelto a votar, y algunos hasta piensan en volver a votarlos en el 2019!
Yo no los voté, probablemente usted tampoco, deudólar pero en su ciudad, en su barrio, en su edificio, y quizás en su propia casa, puede haber alguien que sufra de Citrinosis primatoidea (gorilismo amarillo, para los médicos locales).
Entonces hay que entender a nuestros Autoritarios Electos: todo lo que pasa no es culpa de ellos, es culpa de quienes con el voto o el discurso los ponen en ese lugar, y también del gobierno anterior, del gobierno futuro, y por supuesto, del gobierno potencial compuesto, para no hablar del subjuntivo.
Rara paradoja: ¿Se acuerdan de que hace 4 años dijeron que convertirían el pasado en futuro? Ya lo están haciendo, con esa promesa, cumplieron. Como dice J.Schussheim, ya hablan del gobierno anterior como si fuera “el que viene”.
Pero vayamos al fondo (no al Fondo) de la cuestión:
¿Por qué votar (ni yo ni usted, pero…) a un gobierno cuyo plan económico era que el mundo entero haga lo que ellos querían, que los inversores extranjeros (bicho taimado, si lo hay, segundo en la escala zoológica después del zorro, es desconfiado) arriesguen su capital acá? Cualquier manual de zoología explica que estos animalitos sólo arriesgan capital de otros jamás de los jamases el propio.
¿Por qué votar a un gobierno cuyo único plan social era distraer al pueblo con las fábulas de López y Báez, mientras un troll los convence por computadora que ya comieron, aunque su propio estómago les diga que no?
¿Por qué votar a un gobierno cuyo único plan político era negar la política?
¿Por qué votar a un gobierno cuyo único plan de salud es aumentar el precio de los medicamentos a un nivel exorbitante?
¿Por qué votar a un gobierno que ve a los trabajadores como un animal en vías de extinción?
Yo creo que fue por… por… ¡No, deudólar, no quiero usar esa palabra! En esta columna solemos, o al menos intentamos, tratar respetuosamente a todas y todos, incluso a los votantes de Maurice de Saint Nosuperé, quien afirmó que “lo esencial es invisible a los precios”.
Pero bueno, ahora el Sumo Maurífice está en apuros, y parece que el Globo Amarillo que lo rodea y asesora, está planeando algo para que no los extrañemos. Ya se habla de un “plan V”, donde V no es Victoria, ni vacaciones ni Venezuela…
Pero, ¿Por qué una sola letra? ¡Tal como Lilitazepam, que dijo hace unos años que “ su límite es Mauricio” y luego lo pasó nuestros Autoritarios Electos tienen una extraña habilidad para trasgredir sus propias normas. Seguro que tienen, que menos podrían hacer, un plan para cada letra:
Plan A: Declarar el “Estado de Absurdo”, aumentar los salarios al doble, pero serán pagados, y no cobrados, por los asalariados a sus patrones. En octubre el pueblo podrá renovar la “Cámara de Acreedores”, único poder legislativo de aquí en más.
Plan B: Formula Bergman-Bregman: El rabino de presidente asegurará que Dios se apiade de nosotros, y nuestra vice de izquierda se hará cargo de conseguir el apoyo de los no creyentes. Además les dará una buena excusa a todos los antisemitas para culpar a los judíos de cualquier fracaso, o éxito, de la gestión
Plan C: Lilitazepam (el apellido es con C) candidata; Cualquier desgracia o fallo será culpa de los marcianos kirchneristas y sus satélites llenos de plata.
Plan D: dolarizar la política. Cada uno emite tantos votos como verdes tenga en su poder. Ganan.
Plan E: Gobernar desde el exilio, desde otro país (o sea, lo que hizo hasta ahora).
Plan F: Como la deuda es en dólares y los dólares dicen “in god we trust”, los acreedores deben reclamarle a Él, a través de su representante Francisco.
Plan G: “Hay una conspiración que viene de Ganimedes. Empoderaron a los mapuches para que conquisten el país al mando de CFK, y hay que unirse y gastar todos los recursos para combatirlos (versión local de Game of Thrones).
Plan H: Plan “mudo” como la misma h. No decir nada de nada de nada y poner cara de “Yo no fui, fue el gobierno anterior, o el anterior, o el más anterior, o el virrey, o los querandíes”.
Plan I: Explicar que todos estamos gobernados por el Inconsciente (Freud dixit), perseguir a los que se psicoanalicen.
Plan J: lanzar el plan “precios jodidos”.
Plan K: Obvio, ya lo lanzaron en todos los canales que pueden.
Plan L: Formula alternativa “Lagarde-Lousteau”, y para la ciudad: “Larreta-Lopérfido”, y el Dr Lecter como ministro de Salud.
Plan M: Avisale a todo el país que si llega a caer el Maurífice, asume MIchetti.
Plan N: Proponer a los laburantes, los pequeños empresarios, los profesionales, los científicos y los artistas que hagan sus reclamos, y dceirles “No, no, no, no, no y no”.
Plan O: Odio. Estimular el odio hacia los orientales (especialmente los chinos) porque nos compran toda la soja, entonces nos llenamos de plata y la usamos mal.
Plan P: El peronismo-populismo-putinismo conspira y le hace cometer fallidos a Mauricio cada vez que quiere hablar.
Plan Q: Decir que se acaban de descubrir tremendos yacimientos de Quetróleo (si lo dice MM la gente va a entender “petróleo”)y que va a haber quetrodólares para todes.
Plan R: Postular a nuestro entusiasmólogo oficial, Alejandro R, al Premio Nobel de Filosofía. Como tal premio no existe, negarse a pagar la deuda hasta que lo creen y se lo den a nuestro candidato.
Plan S: Ya que se quieren ir del Mercosur, el Unasur y el Parlasur, irse del Sur. Decretar que Argentina queda en el Norte, entre Canada y Finlandia. Por un tiempo va a distraer a todos.
Plan T: Decir que somos el Titanic y que chocamos contra un iceberg.
Plan U: Cada vez que un empresario, político, sindicalista, intelectual o grupo colectivo critique al gobierno, reunir al mejor equipo contrario, y todos juntos responder: ¡UUUUUUUUUUUH!
Plan V: No es el que se hizo público, el verdadero plan V es: ¡vacaciones! Todo el gabinete se va de vacaciones y que gobierne Montoto, que peor no va a ser.
Plan W: Invadir Wall Street con vendedores de choripanes, churros y chipá. Cuando estén todos bien llenitos de grasa, sentarse a negociar la deuda.
Plan X: Contratar a los X-men, con Magneto a la cabeza, para que convenzan a los argentinos de votarlos.
Plan Y: Cuando los tenedores de bobos ( perdón, de bonos) pregunten por sus dólares, responderles : “yyyyyyyyyyyy…..”
Plan Z: Que los “amigos se lleven todo” y en los lugares donde estaban los dólares, con una espada hagan una “Z” así se le puede echar la culpa al “Zorro”, o a “Lopez, Baez, Fernández”( que terminan con z).
No hay de qué, deudólar. Pero después, en octubre, no diga que usted no lo sabía.
Hasta la que viene, siempre.
@humoristarudy