El oficialismo y la oposición de Venezuela se movilizaron ayer en un pulso previo a las marchas convocadas para el miércoles, día internacional de los trabajadores. El mandatario Nicolás Maduro, por su parte, convocó a sus partidarios a celebrar la salida de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA), un proceso iniciado en 2017 que se oficializó ayer.
“El pueblo aguerrido se moviliza para celebrar nuestro retiro definitivo del Ministerio de las Colonias de los Estados Unidos; ‘La OEA’”, indicó ayer el líder socialista en su cuenta de Twitter. Los chavistas caminaron un largo trecho del oeste de la capital venezolana para finalmente concentrarse en los alrededores del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde el canciller Jorge Arreaza defendió durante un encendido discurso la medida de Maduro. “Desde hoy la República Bolivariana de Venezuela no pertenece a la OEA, estamos fuera de la OEA por voluntad del pueblo soberano de Venezuela”, dijo el canciller antes de aseverar que la decisión es “históricamente correcta”. Arreaza también cargó contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a quien calificó como sicario, al tiempo que aseveró que toda Venezuela se movilizó en defensa de su independencia, de su soberanía y de su Constitución. Maduro inició hace dos años el protocolo para abandonar el ente al que acusa de injerencia.
A pesar de la desvinculación que ayer celebró el oficialismo, el líder opositor y autoproclamado presidente, Juan Guaidó, mantiene a su representante en la organismo. El ocho de febrero Guaidó envió una carta a Almagro en la que expresaba “formalmente la decisión del Estado venezolano” de dejar sin efecto la salida pedida por Maduro y pidió que Venezuela permaneciera en el ente panamericano. Almagro dio el visto bueno a esa solicitud y el diez de abril aceptó las cartas credenciales del venezolano Gustavo Tarre. Ese mismo día el Consejo Permanente en la OEA votó con 18 mociones a favor y nueve en contra la resolución que reconoce a Tarre como representante permanente “designado” por el Parlamento venezolano.
En la jornada de ayer, Guaidó también presidió su movilización en el este de Caracas. Y en el discurso a sus simpatizantes denunció que su entorno está siendo perseguido por el gobierno de Maduro, luego de que once de sus colaboradores fueran citados por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). “La dictadura está derrotada, solo le queda la persecución”, dijo durante un acto con cientos de simpatizantes. Según Guaidó, Maduro ordenó estas acciones “persecutorias porque tiene miedo de cara al primero de mayo”, cuando los opositores marcharán en todo el país.